La semana pasada discutimos en profundidad los riesgos emergentes en el ámbito de la criptografía, centrándonos especialmente en la amenaza que representa la computación cuántica. Actualmente, los algoritmos criptográficos como RSA son considerados virtualmente inquebrantables con la tecnología clásica. Sin embargo, la llegada de la computación cuántica podría cambiar radicalmente este escenario.
La computación cuántica, con su capacidad de procesar información a velocidades y con eficiencias inimaginables para los ordenadores actuales, podría romper algoritmos como RSA en un tiempo relativamente corto. Este avance no solo pondría en riesgo la privacidad de las comunicaciones actuales, sino que también expondría secretos bien guardados por empresas y gobiernos. Documentos confidenciales, transacciones financieras y comunicaciones sensibles podrían quedar accesibles y ser divulgados públicamente, lo que representaría un cambio tectónico en el paisaje de la seguridad global.
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