Adenosina, Silicio y el futuro de la humanidad
Como la mezcla de la IA y la genética pueden cambiar el destino de la humanidad
¡Bienvenido una vez más a la newsletter de Innovation by Default💡! Al habla Álex Fuenmayor (@adefuros).
Ahora que vivimos en medio del furor por la inteligencia artificial, pienso que deberíamos parar y reflexionar si el cambio que prometían estas nuevas IA Generativas es real y hasta qué punto.
Seguramente para los ingenieros de Google DeepMind, OpenAI o Microsoft, sus vidas han cambiado de la noche a la mañana. Sus habilidades y capacidades como profesionales han pasado a estar valoradas muy por encima de la media del resto de trabajadores del sector tecnológico.
Inclusive, estamos viendo cómo la aceleración de todas las startups alrededor de la IA Generativa está cogiendo una velocidad hipersónica. Ejemplos como Mistral, fundada en abril de 2023 por exempleados de Meta Platforms y Google DeepMind, fue capaz de recaudar 385 millones de euros en octubre de 2023 y alcanzar una valoración de más de $2 mil millones en diciembre del año pasado. Otra de las cuestiones más importantes de estas nuevas compañías es su composición; Mistral AI tenía poco más de una veintena de empleados hace solo unos meses.
En España, también empezamos a ver ejemplos como los de Mistral, si cabe más eficientes en lo que se refiere al uso de capital y número de trabajadores. Ese es el caso de Magnific AI, compuesta por
y Emilio Nicolás adquirida esta misma semana por Freepik, la empresa malagueña, famosa por su banco de imágenes gratuito y que desde la llegada de la IA Generativa está pivotando para no ser arrollada por esta ola.Como ves, vivimos momentos inimaginables hace unos años. Yo, que ya peino unas canas y poco pelo, tengo la suficiente memoria como para recordar pocos elefantes en la habitación como lo está siendo la IA Generativa en el mundo de los negocios y también a nivel particular, solo comparable a la llegada del ordenador personal, internet/cloud y los smartphones.
Así que espera encima de la mesa, y prepárate para surfear esta ola, depende de tu pericia y habilidad veremos lo lejos que te hace llegar.
Pero esta semana, me gustaría introducir una variable adicional a esta ecuación, y es la relativa a la combinación de dos disciplinas en auge, la primera ya puedes intuir de qué se trata, la segunda es la relacionada con la genética y su aplicación a nuestro día a día.
Así que no dejes de leer, que esta semana la edición de Innovation by Default💡, viene cargada de temas interesantísimos. ¡Comencemos!
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Aprendiendo con Mustafa Suleyman
Esta semana, me gustaría que exploráramos juntos la evolución de dos tecnologías fascinantes, que muy seguramente alterarán y modificarán la hoja de ruta de la humanidad.
La inteligencia artificial y la ingeniería genética no son solo tecnologías del futuro; ya están aquí y están cambiando el mundo en que vivimos.
Además, tienen el potencial suficiente para ser mucho más transformadoras que cualquier otra tecnología que hayamos visto hasta el momento, inclusive me atrevería a decir que tienen la capacidad de hacer de las próximas décadas las mejores de la historia de la humanidad, o las peores (quién sabe).
El camino que tomen y cómo transformarán nuestras sociedades depende de nosotros y de nuestra capacidad para pensar con claridad sobre los riesgos y las recompensas que nos esperan.
Así al menos lo cree Mustafa Suleyman, autor del libro “La ola que viene”. Suleyman es un emprendedor británico en el campo de la inteligencia artificial (IA), conocido por ser cofundador y ex director de DeepMind. Y más recientemente, el amigo Satya le ha echado el lazo y hace unos meses se unió a Microsoft como CEO de Microsoft AI, una división que agrupa los principales productos y equipos de IA de consumo de la empresa, incluyendo Copilot, Bing y Edge.
Primera parte - Homo tecnologicus
Una de las principales conclusiones que se puede extraer de la lectura del libro es la dualidad entre los beneficios y las consecuencias imprevistas de las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la ingeniería genética.
Mustafa Suleyman señala que, aunque estas tecnologías prometen generar una abundancia de riqueza y avanzar nuestra sociedad, también plantean riesgos significativos de disrupción y efectos secundarios no deseados.
Ciesrto es que a lo largo de la historia, los avances tecnológicos han demostrado repetidamente que, aunque resuelven problemas, también pueden crear nuevos desafíos y cambiar radicalmente la sociedad, a menudo de maneras imprevistas.
Suleyman nos invita a reflexionar sobre cómo podemos gestionar estos efectos mientras aprovechamos los beneficios de las nuevas tecnologías.
El "efecto venganza"
Este se refiere a las consecuencias imprevistas y a menudo negativas que surgen cuando una tecnología se extiende y se utiliza de maneras que sus creadores originalmente no anticiparon. Este fenómeno ocurre porque, aunque una tecnología puede ser diseñada para solucionar un problema específico, su integración en la sociedad y la interacción con otras tecnologías pueden llevar a resultados totalmente diferentes e inesperados.
Algunos ejemplos del efecto venganza incluyen:
El fonógrafo de Thomas Edison, originalmente pensado para ayudar a los ciegos, que terminó siendo usado principalmente para el entretenimiento musical, lo cual Edison consideraba un mal uso frívolo.
Los explosivos de Alfred Nobel, diseñados para ser usados en minería y construcción, que también se emplearon en la guerra, cambiando drásticamente la capacidad de los seres humanos para infligir daño.
La imprenta de Johannes Gutenberg, que aunque inicialmente fue concebida para imprimir Biblias, terminó facilitando la Revolución Científica y la Reforma, desafiando la autoridad establecida de la Iglesia Católica.
El efecto venganza nos muestran cómo las tecnologías pueden ser reinterpretadas y modificadas por sus usuarios, extendiendo su impacto de maneras que pueden ser beneficiosas o perjudiciales.
Segunda parte - Homo tecnologicus
La transformación tecnológica actual conlleva notables avances en inteligencia artificial (IA) y biotecnología. La IA ya realiza tareas como reconocimiento facial y traducción instantánea con alta eficacia, y pronto podría superar las capacidades cognitivas humanas. Simultáneamente, la ingeniería genética se ha vuelto accesible y económica, permitiendo avances rápidos en tratamientos médicos y el desarrollo de cultivos genéticamente modificados para combatir el hambre mundial.
Sin embargo, estos avances traen consigo riesgos significativos, especialmente en el ámbito laboral. La automatización impulsada por la IA está desplazando empleos a un ritmo acelerado, con la potencial eliminación de trabajos incluso en sectores de servicios que tradicionalmente han absorbido la fuerza laboral desplazada por la automatización industrial. Esta tendencia hacia un desempleo tecnológico plantea serios desafíos para las estructuras socioeconómicas y podría llevar a inestabilidad política y económica.
En resumen, aunque las tecnologías emergentes prometen mejorar la productividad y la salud, también es crucial abordar sus efectos colaterales, incluyendo el impacto en el empleo y las posibles consecuencias negativas para la sociedad.
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Tercera parte - Estados del fracaso
La IA y la biotecnología amplifican el poder de individuos y grupos, facilitando desde tareas benignas hasta actividades potencialmente peligrosas. Por ejemplo, la IA puede ayudar a escribir discursos o diseñar estrategias de marketing, pero también puede ser utilizada por actores malintencionados para crear desinformación o sistemas de vigilancia avanzados.
Esta democratización del acceso al “poder tecnológico” también implica una democratización del riesgo, ya que las herramientas poderosas se vuelven accesibles a un espectro más amplio de motivaciones y capacidades.
Y aquí es donde las se manifiestan seguramente, las preocupaciones más profundas sobre los desafíos de seguridad que estas tecnologías presentan, como los ciberataques que podrían aprender y adaptarse en tiempo real, causando daños extensos a infraestructuras críticas.
El aumento de estos riesgos podría socavar la capacidad del estado para garantizar la seguridad, cuestionando la legitimidad y la eficacia de los gobiernos si no pueden proteger a sus ciudadanos.
En resumen, la democratización del poder tecnológico que trae consigo la IA y la ingeniería genética ofrece potenciales beneficios inmensos pero también plantea riesgos significativos que requieren una gestión cuidadosa y consideración ética para garantizar que estos avances no resulten en daños irreparables a la sociedad y la gobernabilidad.
Cuarta parte - A través de la ola
Las tecnologías emergentes son doblemente significativas: valiosas por su potencial para fomentar el progreso, pero peligrosas debido a su capacidad para amplificar las peores tendencias o desigualdades humanas. La IA, por ejemplo, puede contribuir a resolver problemas ambientales, pero también puede ser utilizada para desestabilizar mercados financieros o infraestructuras críticas.
Estamos navegando en territorio desconocido, sin saber exactamente cómo evolucionarán estas tecnologías ni las consecuencias de sus fallos. No obstante, una vez que estas capacidades sean liberadas, no hay vuelta atrás. Ante la rapidez de la evolución tecnológica y la lentitud de los mecanismos regulatorios, las comparaciones con tecnologías anteriores, como los automóviles, revelan desafíos únicos: los avances en IA y genética superan con creces la velocidad de cualquier revolución tecnológica anterior, y las respuestas políticas y legales luchan por mantenerse al día.
La regulación es fundamental, aunque la historia muestra que no es una solución perfecta. Los automóviles, aunque regulados, aún presentan problemas significativos como la contaminación y accidentes mortales. Esto ilustra que, además de la legislación, se requiere un enfoque más holístico que también contemple normas y valores sociales, equilibrando riesgos y beneficios.
Mustafa Suleyman enfatiza la necesidad urgente de abordar las implicaciones de estas nuevas tecnologías. Aunque no proporciona respuestas definitivas, insta a que estas cuestiones sean discutidas ampliamente y se conviertan en una prioridad en el discurso público. El objetivo es generar una conciencia más profunda sobre el impacto y la gestión de la próxima ola tecnológica, para que podamos aprovechar sus beneficios minimizando los riesgos inherentes.
Food for thought
Llegados a este punto, hay una realidad que no podremos obviar a partir de ahora, y esta se basa en las profundas implicaciones de dos tecnologías disruptivas: la inteligencia artificial (IA) y la ingeniería genética.
Tecnologías ya están integradas en nuestra vida cotidiana a través de herramientas como Alexa y ChatGPT, y que están preparadas para desempeñar roles aún más significativos en la organización de nuestras vidas y en la gestión de gobiernos.
Suleyman advierte que la adopción masiva de estas tecnologías puede llevarnos por uno de dos caminos: pueden mejorar enormemente nuestra riqueza, salud y felicidad, o podrían sumirnos en una distopía de desempleo, violencia y desintegración social. E, esta dualidad las tecnologías en sí mismas no son buenas ni malas; su impacto dependerá de cómo las utilicemos.
Cierto es que tanto la IA como la ingeniería genética amplifican lo mejor y lo peor de la humanidad. Podemos usar los robots para asistir a los ancianos o para reprimir manifestaciones; los sintetizadores de ADN pueden curar enfermedades o crear otras nuevas. Por lo tanto, ha llegado el momento de afrontar el desafío de maximizar las recompensas mientras minimizamos los riesgos asociados con estas poderosas herramientas.
Para mi la conclusión principal de su lectura es trata sobre cómo podemos controlar el desarrollo de estas tecnologías emergentes para asegurar un futuro que beneficie a toda la humanidad.
Gracias por acompañarme una semana más, ¡y te espero en la próxima edición Innovation by Default 💡!
Bonus track
Donde mejor he visto plasmada esa intersección entre Inteligencia Artificial, mejor dicho, Deep Learning y la ingeniería genética es en estas redes neuronales construidas con neuronas humanas cultivadas mediante células madre.
Es impresionante el proceso y entender los mecanismos de refuerzo aplicados al proceso de aprendizaje de las redes neuronales biológicas.