Cuatro ideas para pensar
... y romper con el viejo modelo de innovación
Entras en la cocina.
Tu objetivo, preparar un menú espectacular para los amigos que vienen a cenar a casa hoy.
Pero decides que, en vez de ir al mercado, tú mismo vas a cultivar cada ingrediente.
La albahaca, los tomates, la sal. Incluso quieres fabricar tu propio cuchillo.
¿Resultado?
Semanas de trabajo… y un menú que nunca llegará a la mesa a tiempo.
Mientras tanto, tus amigos aburridos decidieron bajar a cenar al restaurante de debajo de tu casa. Con ingredientes frescos… comprados en el mercado.
Este absurdo, llevado al mundo de la empresa, se llama innovación cerrada.
Y sí, aún hay muchas compañías atrapadas en esa trampa.
Y es que, a veces, lo más peligroso no es lo que no sabes, sino lo que crees saber y ya no es cierto.
O inclusive, la ilusión de creer que sabes qué necesitan tus clientes.
Hoy quiero llevarte por un breve viaje.
Un viaje de cuatro paradas.
Cuatro paradas, una por una de las ideas que creo nos dan un prisma diferente de la innovación
Cuatro ideas que están desafiando la forma en que entendemos la innovación.
Según Henry Chesbrough, la verdadera innovación sucede cuando dejamos de mirar solo hacia adentro y empezamos a colaborar con el mundo exterior.
Ayúdame a desarrollar esta idea, e incluye otras fuentes, referencias y papers que hablén o refuercen la misma.
Durante décadas, hubo una regla no escrita en muchas organizaciones:
“Si no lo hicimos nosotros, no sirve.”
Departamentos de I+D operaban como fortalezas.
Tecnologías desarrolladas desde cero. Aunque ya existían soluciones afuera, listas para ser usadas.
El precio de la innovación cerrada: Costos desproporcionados. Retrasos. Y oportunidades perdidas, ya sabes coste de oportunidad.
El momento clave: la revelación
Pero hace años algo cambió, fue cuando empresas como IBM o P&G decidieron soltar el control.
IBM no construyó su propio sistema operativo (otra vez).
Optó por Linux. Open source. Global. Comunitario.
Y eso le dio agilidad.
P&G lanzó su programa de innovación abierta Connect & Develop, con el objetivo de buscar ideas fuera. El resultado: hasta el 50% de sus productos ahora nacen en colaboración.
Fue el cambio de perspectiva necesario para entender que la innovación no tiene que ser una fortaleza. Y que puede ser una red.
Innovación abierta, el concepto.
Esto no es nuevo.
En 2003, Henry Chesbrough, desde Berkeley, lo explicó con claridad en su libro Innovación Abierta.
Las empresas que abren sus fronteras a ideas externas innovan más rápido, más barato y con más impacto.
¿Por qué?
Porque ningún equipo interno puede competir con la diversidad, velocidad y creatividad del mundo.
“Ningún equipo interno puede competir con la innovación del mundo entero.”
Las causas del problema
¿Entonces por qué sigue pasando?
Porque hay miedo.
Miedo a perder control.
Miedo a riesgos legales.
Miedo a decir: “Eso no lo hicimos nosotros.”
Y también, por orgullo.
Ese sesgo inconsciente que nos dice que lo interno es mejor. Aunque no siempre lo sea.
El cambio necesario
La innovación abierta no elimina tu equipo de I+D.
Al contrario, la aumenta. Lo complementa.
Significa saber que buscar fuera: patentes, tecnología, conocimiento, expertise,...
Una idea puede ser colaborar con startups.
Invertir en ideas que no nacieron en tu laboratorio, pero que pueden cambiar tu mercado.
Un competido, tu socio temporal.
Hoy más que núnca, los frenemies están de moda.
Es moverse del paradigma del “yo solo”, al de “juntos llegamos más lejos”.
Food for thought
Hoy, innovar no es cultivar cada ingrediente.
Es usar lo mejor del mundo mundial, eso sí, con tu propio estilo.
La próxima vez que pienses: “Esto lo hacemos dentro”
Haz una pausa.
Y pregúntate: ¿Es eso es lo correcto o es una trampa disfrazada de orgullo?
Recuerda: lo realmente importante no es proteger tus ideas, sino en conectarlas con las de otros.
En el fondo, la innovación no es sobre ideas.
Es sobre actitudes.
Y la más poderosa de todas es esta:
“No importa de dónde viene la idea. Lo que importa es lo que haces con ella.”
Si algo de lo que has leído te ha removido, dímelo.
Ya sabes que estoy al otro lado si quieres comentar, discrepar o simplemente saludar.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.


