Imagina un mundo en el que cada pregunta que tengas pueda ser respondida al instante. No importa si es algo trivial o una cuestión que podría cambiar el curso de la humanidad. Ahora, imagina que la respuesta no solo satisface tu curiosidad, sino que te lleva a formular una nueva pregunta, aún más interesante.
Hoy vamos a hablar de la inteligencia artificial, pero no desde el ángulo de lo que puede hacer hoy, sino desde su capacidad para responder preguntas que aún no hemos pensado en hacer.
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La pregunta que ha puesto en riesgo uno de los negocios más lucrativos de la historia, el de las búsquedas en internet y la monetización mediante publicidad, fue planteada por un joven de origen indio, el doctor Aravind.
Aravind Srinivas, fundador de Perplexity, creció en un entorno académico, rodeado de preguntas y búsqueda de respuestas. Y esto lo llevó a hacerse una pregunta fundamental:
“Si el internet nos dio acceso a la información, ¿podría la IA darnos acceso a las respuestas?”
Lo fascinante de la tecnología no es solo su capacidad de resolver problemas, sino de hacernos mejores en algo profundamente humano: preguntar.
Srinivas nos recuerda algo que el filósofo Sócrates dijo hace siglos: La sabiduría viene de reconocer lo poco que sabemos.
La historia de la humanidad es la historia de la curiosidad. Siempre hemos querido saber más: desde los primeros astrónomos que miraron al cielo hasta los científicos que hoy exploran la física cuántica.
Pero la diferencia ahora es que nunca habíamos tenido una herramienta capaz de responder nuestras preguntas tan rápido y con tanta precisión. Podrá la IA comportarse como un socrático moderno.
David Deutsch, físico y filósofo, sugiere que los humanos somos únicos porque tenemos curiosidad incluso sobre lo que ya conocemos. Cada respuesta nos lleva a una nueva pregunta.
¿Y si la IA pudiera acelerar este proceso?
Eso en parte es lo que Google inició hace años, organizar la información del mundo, para que Perplexity quiere encontrar las respuestas y cambiar el futuro de las búsquedas en internet,.
Hace casi 25 años, Larry Page, cofundador de Google, dijo algo visionario:
“La inteligencia artificial será la versión definitiva de Google. Una que entienda todo en la web y pueda responder cualquier pregunta.”
En aquel entonces, la idea de un buscador que entendiera el contexto y no solo palabras clave sonaba futurista. Hoy, con herramientas como Perplexity AI, estamos cada vez más cerca de eso.
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Pero Srinivas no quiere “matar a Google”. Su visión es más profunda:
“El objetivo no es simplemente responder preguntas, sino darnos respuestas que nos hagan preguntar más.”
Este paradigma puede llevarnos a una nueva revolución del conocimiento. Hasta hace poco, el acceso a las mejores respuestas estaba reservado a unos pocos. Si querías aprender de los mejores, necesitabas estar en las mejores universidades, tener acceso a bibliotecas especializadas o conocer a los expertos correctos.
Pero la IA está democratizando el conocimiento.Ahora, un estudiante en cualquier parte del mundo puede tener acceso a la misma calidad de respuestas que un profesor de Harvard.
La inteligencia artificial está logrando algo revolucionario: está reduciendo el coste del conocimiento a casi cero. Y eso nos deja con una pregunta aún más grande:
Si ahora todos tenemos acceso a las respuestas, ¿qué nuevas preguntas vamos a hacer?
El Futuro de la Curiosidad Humana
Srinivas plantea algo fascinante:
“No es el futuro de la tecnología lo que importa. Es el futuro de la curiosidad humana.”
La IA no nos hará menos humanos. Al contrario. Nos hará más humanos que nunca.
Porque la verdadera evolución no está en las respuestas. Está en la calidad de las preguntas que hacemos.
Hemos entrado en una nueva era donde ya no se trata de ”¿qué sabemos?”, sino de “qué queremos saber”.
El futuro no pertenece a los que tienen más información, sino a los que hacen las mejores preguntas.
Y para terminar la edición de hoy te dejo con una, una pregunta que en mi opinión es más complicada de responder de lo que pudiera parecer a priori:
Si pudieras preguntar cualquier cosa, sin límites, sin restricciones… ¿qué preguntarías?
Gracias por acompañarme en un nuevo Diario de Innovación, ¡y te espero mañana en Innovation by Default 💡!
PD: Sobre este mismo temas debatimos hace unas semanas en un episodio de Código Abierto con Carlos y Mónica, si quieres saber más no dudes en escucharlo.