Una gota de lluvia. Una pregunta mejor. Y quizá tu próxima gran idea.
Diario de Innovación #139
Mira.
A veces la innovación no empieza con una idea.
Empieza con una pregunta mejor.
Lo pensé mientras leía uno de esos textos que subrayas más de lo que lees.
Un texto sobre cómo algunas de las empresas más grandes del mundo están usando el design thinking.
No como método. Ni como palabra de moda.
Sino como una forma de trabajar (juntos) diferente.
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Y hay una historia que se me quedó clavada:
Un agente del FBI.
Una ventanilla empañada.
Dos gotas compitiendo en el cristal.
Una gana. La otra no.
Y el detenido (un tipo muy guapo, por cierto) le dice:
“No hace falta la Super Bowl. Solo dos gotas de lluvia.
El crimen está dentro de nosotros. Y hagas lo que hagas, vamos a seguir haciéndolo.”
Y el agente piensa:
“Entonces… es posible predecir el comportamiento criminal. Podemos pillarlos antes.”
Y ahí nace el análisis de perfiles.
Una forma nueva de entender a las personas, que luego se convirtió en forma de trabajar.
Lo interesante es que eso no es exclusivo del FBI.
Ni del crimen.
Ni de las películas.
Es una pista enorme para cualquiera que trabaje resolviendo problemas, creando productos, liderando equipos o simplemente intentando no perderse entre tanto PowerPoint y tanta reunión que no va a ningún lado.
Porque lo que descubrieron — en empresas como SAP, Toyota, Intuit, IBM o incluso la cocina municipal de Dinamarca — es que cuando te obligas a quedarte más tiempo con la pregunta (aunque sea incómodo, aunque sea turbio)… acabas viendo cosas que nadie más ve.
Y eso sí que cambia el juego.
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Quizá no te toque rediseñar un centro de atención telefónica.
Ni rehacer la estrategia de una multinacional.
Pero si te toca liderar, escuchar, emprender, vender, o simplemente tomar una decisión importante…
Hazte un favor: quédate más tiempo con la pregunta.
Lo demás (casi siempre) llega solo.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
Álex
PD – ¿Y si esta semana haces menos listas de tareas y más listas de preguntas. Pruébalo.