Diario de Innovación #16
Cómo los cerebros sin formación están arruinando América
¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar? Como si todos en la habitación supieran algo que tú no. Todos están fingiendo. Todos están haciendo su mejor actuación, esperando que nadie note las grietas.
Hoy hablaremos sobre algo que puede cambiar tu forma de ver el mundo: el ego. Pero no el ego como lo conocemos, sino como una herramienta. Algo que puedes usar estratégicamente para enfrentarte a esos momentos donde necesitas proyectar confianza, aunque no la sientas al 100%.
¿Te has dado cuenta de lo rápido que una mala idea puede propagarse hoy en día? Basta con un tuit o un video viral para que algo completamente absurdo se instale en la conversación pública. Y lo peor… es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos cayendo en esas trampas mentales.
Hoy quiero hablarte de algo que me hizo reflexionar profundamente. Es un concepto que Scott Adams, el creador del famoso cómic Dilbert, llama Loserthink. Y, aunque el nombre suena gracioso, la idea detrás de él es increíblemente seria: habla de cómo ciertos hábitos de pensamiento improductivo están arruinando nuestra capacidad de razonar y, en consecuencia, nuestra sociedad.
Pero, espera. Antes de que pares de leer pensando que esto no tiene nada que ver contigo, déjame preguntarte algo:
¿Alguna vez criticaste una idea sin molestarte en entenderla primero?
¿Dejaste que tu ego tomara una decisión que, en el fondo, sabías que era equivocada?
¿O abandonaste un proyecto porque se veía demasiado grande, demasiado complicado?
Si respondiste que sí a alguna de estas preguntas… felicidades. Has experimentado el Loserthink.
Y no te preocupes, no es algo que te pase solo a ti. Nos pasa a todos. A mí, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo… incluso a las mentes más brillantes. Porque vivimos en un mundo que no nos enseña a pensar racionalmente.
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El ego: tu mejor aliado, si sabes cómo usarlo
Piensa en tu ego como un dial. Hay momentos en los que necesitas subirlo, como cuando entras en una reunión importante o estás frente a alguien que admiras. Aquí, tu postura importa, tu mirada importa, y cómo ocupas el espacio a tu alrededor también importa.
A veces, dejar ir tu ego es lo que te llevará más lejos.
Pero aquí está la trampa: si lo subes demasiado, puedes parecer arrogante. El equilibrio es clave. Ese fue el caso de Scott Adams, el creador de Dilbert quien tuvo que aprender esta valiosa lección. Al principio, llenaba su cómic con chistes de todo tipo. Pero cuando sus lectores le dijeron que lo mejor de Dilbert eran las historias de oficina, escuchó. Bajó el volumen de su ego y adaptó su enfoque. ¿El resultado? Ya lo conoces, un éxito sin igual.
¿Es el pasado un maestro o una trampa?
Ahora, hablemos del pasado. Es tentador vivir ahí. Nos contamos historias basadas en lo que ya ocurrió. "La historia se repite", decimos. Pero, ¿y si no es así?
Adams aprendió esta lección de la manera difícil. Su primer libro fue un éxito rotundo. Naturalmente, pensó que su segundo libro tendría el mismo resultado. Pero fracasó. ¿Por qué? Porque los lectores de no ficción no siempre regresan por más de lo mismo. Cada libro tiene que ofrecer algo nuevo.
Lo que funcionó ayer puede no funcionar hoy.
Es fácil caer en la trampa de creer que el pasado puede dictar nuestro futuro. Claro, es útil como referencia, pero no es una regla.
Grandes cambios empiezan con pequeños pasos
¿Alguna vez has sentido que un proyecto o un sueño es tan grande que no sabes ni por dónde empezar? Aquí tienes una solución: empieza pequeño. Micro pasos.
Scott Adams quería ser caricaturista. No sabía nada del mundo de los cómics, pero no se dejó intimidar. ¿Qué hizo primero? Compró lápices y papel. Luego, empezó a dibujar cada mañana antes de ir al trabajo. Eso es todo. Un paso pequeño tras otro. Un año después, su cómic Dilbert ya estaba en periódicos de todo el país.
Es fácil quedarse paralizado mirando el panorama completo. Pero si te enfocas en el paso más pequeño que puedes dar hoy, el siguiente será más fácil.
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La claridad antes que la crítica
Hoy vivimos en un mundo donde reaccionamos al instante. Vemos algo que nos molesta y dejamos un comentario mordaz. Pero ¿cuántas veces nos hemos equivocado en nuestras suposiciones?
Adams sugiere una regla simple: espera 48 horas antes de criticar a alguien. Pregunta primero. Busca claridad. La mayoría de las personas no tiene malas intenciones; simplemente fueron malinterpretadas.
Recuerda esto: tus suposiciones no siempre son correctas. La próxima vez que algo te moleste, detente. Pregunta antes de reaccionar. Siempre viene bien en este punto acordarse de la Navaja de Hanlon.
"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado adecuadamente por la estupidez" o, en otras formulaciones, por la incompetencia o la ineptitud
El futuro es más brillante de lo que parece
Finalmente, hablemos del futuro. Estamos programados para temer lo que viene. Los titulares negativos en la prensa, las predicciones catastróficas en los telediarios, todo eso alimenta nuestra ansiedad. Pero, ¿y si te dijera que el futuro tiene mucho más potencial del que imaginamos?
Desde energías limpias que harán la vida más accesible, hasta avances en salud como la telemedicina, estamos en un momento histórico lleno de posibilidades. Sí, hay problemas. Pero también hay soluciones en camino.
Redefiniendo tu forma de pensar
Para terminar este Diario de Innovación, déjame que repasemos juntos alguno de los aprendizajes que nos regala Scott Adams en Loserthink.
Usa tu ego como una herramienta, no como parte de tu identidad.
No dejes que el pasado defina tu presente.
Afronta los grandes desafíos con micro pasos.
Busca claridad antes de criticar.
Y recuerda, el futuro no es tan oscuro como parece.
Todo esto está en tus manos, o mejor dicho en tu cabeza. Cuando cambias tu forma de pensar, cambias tu vida.
¿Cuál es el primer micro paso que darás hoy?
Gracias por acompañarme en este nuevo experimento, ¡y te espero mañana en el Diario de Innovación de Innovation by Default 💡!