Últimamente todas las discusiones y argumentos que leo sobre la inteligencia artificial, escritos en el último lustro, giran entorno al mismo concepto, un mundo donde las máquinas no solo trabajan para nosotros, sino con nosotros. Donde las empresas no solo sobreviven, sino que prosperan gracias a la inteligencia artificial (IA). Pero aquí está la sorpresa… no se trata solo de algoritmos y tecnología. Se trata de personas.
Hoy vamos a hablar de cómo la inteligencia artificial está transformando empresas de todo el mundo, pero no solo desde el lado tecnológico. El libro “All-in On AI”, de Tom Davenport y Nitin Mittal, nos demuestra que el verdadero secreto para ganar a lo grande con la IA radica en algo más humano: liderazgo, cultura y talento.
¿Sorprendido? Es fácil pensar que la IA se trata únicamente de algoritmos, modelos y datos, pero la historia que nos cuentan los autores es diferente. Nos lleva a empresas que están a la vanguardia no porque tienen la mejor tecnología, sino porque saben cómo integrarla estratégicamente en sus negocios, creando culturas abiertas al aprendizaje y al cambio.
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Primero, aclaremos algo. Cuando piensan en inteligencia artificial, ¿qué te viene a la mente? ¿Robots futuristas? ¿Computadoras que lo saben todo? Bueno, aquí hay una sorpresa: el verdadero éxito de la IA no está en la tecnología. Está en las personas.
Davenport y Mittal llaman a esto ser una empresa “AI Fueled”, una organización impulsada por la IA. Pero no estamos hablando de experimentos pequeños o aplicaciones superficiales. Estamos hablando de empresas que integran la IA en cada rincón de su negocio.
Pero, ¿qué significa realmente? No se trata solo de usar herramientas avanzadas o de experimentar con la última tecnología de vanguardia. Las empresas “AI Fueled” integran la IA en todos los niveles, desde sus productos hasta sus estrategias. Y los resultados son impresionantes:
Mejoran sus modelos de negocio.
Ofrecen productos más competitivos.
Toman decisiones más inteligentes.
Es el caso del DBS Bank, un banco ubicado en Singapur, este banco no se detuvo en la banca tradicional. Su CEO, Piyush Gupta, hizo algo brillante: les dio a sus empleados libertad para experimentar con la IA. Los resultados fueron increíbles. Desde predecir rotación de personal hasta mejorar el servicio al cliente. Todo gracias a una cultura que fomenta la innovación.
Pero según los autores, hay algo más poderoso que la tecnología a la hora de sacar una ventaja competitiva de la inteligencia artificial, y es que en el corazón de todo esto están las personas.
La IA es poderosa, sí, pero sin un liderazgo visionario y una cultura abierta al cambio, la tecnología no mueve la aguja. Empresas como Disney lo entienden a la perfección. Ellos no solo enseñan a sus empleados a usar datos e inteligencia artificial; los inspiran.
Y es que según los autores hay tres elementos fundamentales:
Liderazgo visionario: CEOs como Gupta no solo apoyan la IA; la abrazan y la integran en la cultura de la empresa.
Educación continua: Empresas como Disney apuestan por lo que llaman “evangelítica”, inspirando a los empleados a usar datos e IA para resolver problemas reales.
Adaptación cultural: Sin una cultura abierta al cambio, incluso la mejor tecnología puede fracasar.
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¿Y qué pasa con la estrategia? Aquí es donde la magia sucede. La IA no es sólo para optimizar lo que ya hacemos. Es una puerta hacia nuevas formas de pensar, nuevos modelos de negocio, nuevas formas de entender a nuestros clientes,…
Tomemos como ejemplo a Ping An, una aseguradora que utilizó la IA para reinventar su modelo de negocio. Crearon servicios completamente nuevos, desde diagnósticos médicos hasta evaluaciones crediticias instantáneas. Eso no es solo usar IA. Eso es pensar en grande.
Y es que ser una empresa completamente impulsada por IA no es cuestión de tener el último software o la máquina más rápida. Es un viaje. Un compromiso. Davenport y Mittal hablan de cuatro pasos clave:
Aprovechar el talento existente.
Construir nuevas capacidades.
Modernizar infraestructuras.
Fomentar una cultura de aprendizaje continuo.
Empresas como Airbus o Capital One están liderando el camino. Y lo hacen entendiendo algo fundamental: la IA no reemplaza a las personas. Las empodera.
Así que, ¿qué significa todo esto para nosotros? Bueno, no importa si eres parte de una gran empresa, un emprendedor o alguien que simplemente tiene curiosidad. La lección es clara: el futuro no se trata de tecnología versus humanidad. Se trata de cómo ambas trabajan juntas.
“All-in On AI” nos enseña que el verdadero poder de la inteligencia artificial está en las manos correctas. En líderes valientes. En equipos apasionados. Y en una cultura que abrace el cambio con entusiasmo.
Recuerda, la tecnología puede cambiar el mundo, pero somos nosotros quienes le damos propósito.
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