Hoy hablaremos de la historia de un niño que creció en un barrio peligroso del Bronx, en un apartamento pequeño y deteriorado, donde tienes la desgracia de presenciar crímenes violentos desde pequeño. Aunque afortunadamente la historia de este niño tiene un final feliz, años después, se convertirá en el presidente de una de las compañías de videojuegos más icónicas del mundo.
Hoy hablaremos de la historia de Reggie Fils-Aimé, el hombre que transformó la imagen de Nintendo y dejó una huella imborrable en la industria del videojuego. Su historia está llena de superación, liderazgo y pensamiento innovador, pero sobre todo, de valentía para tomar riesgos y desafiar lo establecido.
Hoy te cuento cómo un niño de origen humilde llegó a la cima de la industria del entretenimiento digital y qué lecciones podemos aprender de su camino.
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Reggie nació en una familia de inmigrantes haitianos y pasó su infancia en el Bronx, una de las zonas más difíciles de Nueva York en los años 60. La violencia era parte del día a día: un hombre apuñalado en la azotea del edificio, pandillas en las calles, robos a plena luz del día.
Pero su padre tenía un objetivo claro: sacar a su familia de ahí. Para ello trabajó en dos empleos, seis días a la semana, hasta que lograron mudarse a un pequeño hogar en Long Island.
Así Reggie aprendió su primera gran lección: el trabajo duro y la perseverancia pueden cambiar tu destino.
Aunque el cambió no fue del todo perfecto, ya que durante esa época sufrió de discriminación racial en su nueva escuela, así que Reggie se enfocó en sus estudios y logró ingresar a Cornell University, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Su meta era clara: ser banquero y llegar a Wall Street.
Pero la vida tenía otros planes.
En su último año de universidad, Reggie recibió una oferta inesperada: Procter & Gamble (P&G) le ofreció un puesto como brand manager.
Esto significaba abandonar su sueño de trabajar en el mundo de las finanzas, pero por otro lado le daba la posibilidad de acelerar su crecimiento profesional sin necesidad de un MBA. Después de pensarlo, pesnó que era la mejor decisión a su alcance, y decidió tomar el riesgo.
En P&G, aprendió cómo funcionan las marcas de consumo y diferentes estrategias de negocio, pero también cometió su primer gran error:
Lanzó una campaña publicitaria sin obtener la aprobación de sus superiores, gastando más de lo autorizado.
¿El resultado? Su iniciativa fue un éxito en ventas, pero al no haber alineado su plan con sus jefes, su éxito comercial afectó a las ganancias trimestrales de la compañia.
Reggie aprendió una lección clave:
“No basta con tener una gran idea. Tienes que venderla a las personas adecuadas antes de ejecutarla.”
Tras darse cuenta de que su crecimiento en P&G estaba bloqueado, decidió buscar nuevos retos.
Así que ante esa sensación de estancamiento, decidió buscar el lugar correcto para seguir creciendo, siempre con la idea y la necesidad de seguir innovando en todo lo que hacía.
En ese periodo Reggie pasó por varias empresas en busca de ese espacio donde pudiera innovar sin restricciones.
🔹 En Pizza Hut, impulsó la creación de Bigfoot Pizza, un producto que generó casi mil millones de dólares en ventas.
🔹 En VH1, ayudó a reestructurar la estrategia del canal, logrando aumentar la audiencia con nuevas campañas.
Pero a pesar de sus éxitos, sentía que no encontraba su lugar. Entonces, en 2003, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre.
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Y así es como Reggie encontró esa oportunidad que solo pasa una vez en nuestra vida profesional, fue Nintendo quien le puso en bandeja la oportunidad de su vida.
En ese momento, Nintendo estaba en problemas. Su consola, el GameCube (si te acuerdas de ella era fea y no aportaba nada con respecto a las anteriores), y como era de esperar no se vendía bien, y la compañía estaba perdiendo terreno ante Sony (PS) y Microsoft (Xbox).
Cuando le ofrecieron el puesto de vicepresidente de ventas y marketing, muchos lo vieron como un riesgo tremendo, era asumir la responsabilidad de un negocio que estaba sufriendo. Pero Reggie vio potencial donde otros veían crisis.
En 2004, tuvo su gran debut en el escenario de la E3, la feria de videojuegos más importante del mundo. Y con una sola frase, transformó la imagen de Nintendo para siempre: “My name is Reggie. I’m about kickin’ ass, I’m about takin’ names, and we’re about makin’ games.” («Me llamo Reggie. Me dedico a patear traseros, a apuntar nombres y a hacer videojuegos».)
Y ese fue el día día, en que se ganó el apodo del “Regginator”. Ese fue el inicio de su historia de amor con Nintendo, la empresa pasó de verse como una empresa infantil a una marca atrevida y enérgica.
Pero esto solo fue el comienzo. Lo que tenía que llegar fue mucho más grande, llegaron años donde el Auge de Nintendo fue imparable: la DS, el lanzamiento de la Wii y el legado de Iwata.
Bajo el liderazgo de Reggie, Nintendo lanzó dos de sus consolas más exitosas:
🎮 Nintendo DS: introdujo la pantalla táctil, revolucionando el mercado portátil.
🎮 Nintendo Wii: con controles de movimiento, atrajo a millones de nuevos jugadores.
Pero nada de esto fue fácil. Reggie tuvo que enfrentarse a sus jefes japoneses para bajar los precios de las consolas y lanzar juegos más asequibles.
En el E3 2006, tuvo un desacuerdo con el presidente global de Nintendo, Satoru Iwata.
Iwata quería centrarse en juegos casuales como Wii Sports, mientras que Reggie insistía en rescatar clásico como The Legend of Zelda.
Hoy sabemos que fue un riesgo… que valió la pena asumir.
¿El resultado? Una de las presentaciones más exitosas de Nintendo y un boom de ventas.
Poco después, Iwata llamó a Reggie a una reunión. Reggie pensó que lo iban a despedir.
Pero en su escritorio encontró una carta de promoción a presidente y COO de Nintendo of America.
Y así es como Reggie construyó su legado que dejó para la industria, Reggie no solo transformó Nintendo. Transformó la industria de los videojuegos.
✔ Cambió la percepción de Nintendo, volviéndola una marca accesible y carismática.
✔ Lideró estrategias de marketing innovadoras, acercando la marca a jugadores casuales y hardcore.
✔ Fue clave en el éxito de la Wii y el DS, dos de las consolas más vendidas de la historia.
✔ Su relación con Iwata dejó lecciones de liderazgo basadas en confianza, mentoría y comunicación efectiva.
✔ Se convirtió en un ícono de la industria con frases como “My body is ready”.
En 2019, Reggie dejó Nintendo, pero su impacto legado sigue vivo.
La historia de Reggie nos deja una lección por encima de todas las que hemos compartido hoy: El éxito no es cuestión de suerte. Es cuestión de adaptación, persistencia y valentía para tomar riesgos.
Y tú, ¿has asumido algún riesgo en tu carrera que cambió tu vida profesional?
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