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¿Te has preguntado alguna vez cómo "piensa" tu teléfono? ¿Cómo organiza y presenta millones de datos en milésimas de segundo? La respuesta es: algoritmos.
- Papa, qué es un algoritmo.
- Un algoritmo es una serie de pasos que te llevan a hacer algo o a resolver un problema. Por ejemplo, una receta de cocina, es un algoritmo al fin y al cabo.
Pero los algoritmos no son solo herramientas que utilicen los informáticos. La mayoría de las decisiones que tomamos en la vida se basan en nuestras propias instrucciones mentales, nuestros métodos de decisión. Ya hemos hablado de la similitud entre las redes neuronales (la magia detrás de ChatGPT) y el funcionamiento de nuestro cerebro. Y, curiosamente, muchos de esos procesos internos pueden mejorarse aplicando principios de algoritmia.
Los algoritmos. Esa palabra que evoca complejidad, tecnología y misterio. Pero… ¿sabías que estos no son solo códigos en las profundidades de las computadoras?
Los algoritmos han existido por siglos, ayudando tanto a los humanos como a las máquinas a resolver problemas. Y es probable que tú uses algoritmos todos los días, sin siquiera darte cuenta.
Así que dejémonos de rodeos y saltemos al algoritmo.
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Algoritmos para vivir
Algorithms to Live By (2016) es una guía práctica y útil que muestra cómo los algoritmos tienen mucho más que ver con el día a día de lo que imaginas. Y no solo eso; también pueden conducirte a una vida mejor al ayudarte a resolver problemas, tomar decisiones y hacer muchas más cosas, que veremos a continuación.
Sobre el autor
Brian Christian es un autor de best-sellers y un reputado conferenciante especializado en ciencia cognitiva. Su obra ha ganado numerosos premios y ha sido galardonado por la Academia de Poetas Americanos. También colabora en The New Yorker, Wired, The Guardian y muchas revistas científicas.
Tom Griffiths, galardonado catedrático de Ciencia Cognitiva y Psicología, dirige el Laboratorio de Ciencia Cognitiva Computacional de la Universidad de Berkeley. Y ha publicado más de 150 artículos científicos.
¿Qué es un algoritmo y por qué te debería importa?
Para entender mejor cómo funcionan, empecemos por la definición. Un algoritmo es una secuencia de pasos finitos que resuelven un problema, y se utiliza desde hace miles de años. Imagínate una receta de cocina: sigues instrucciones específicas para obtener un plato final. O una lista de pros y contras cuando tomas una decisión importante. Eso también es un algoritmo.
En realidad, la palabra se remonta al siglo IX, cuando fue utilizada por primera vez por el matemático persa Muhammad al-Khwarizmi. Pero el uso de algoritmos se remonta aproximadamente 4.000 años atrás, a la civilización sumeria.
La diferencia es que los algoritmos informáticos pueden ejecutarse de forma precisa, mientras que nuestros algoritmos mentales suelen depender de intuiciones y pueden ser subjetivos. Sin embargo, incluso el proceso de decidir si aceptar una oferta de trabajo, basado en ventajas y desventajas, imita la estructura de un algoritmo.
Algoritmos, tomas de decisiones y otras cuestiones.
Así que, sí, cuando sigues una receta para hacer pasta o una lista de pros y contras para decidir si tomas ese nuevo trabajo… estás usando algoritmos.
Pero, ¿qué pasa cuando nuestros procesos de toma de decisión los comparamos con los algoritmos que puede ejecutar un ordenador?
Los algoritmos informáticos tienen una precisión que los humanos no puedemos igualar. No tienen dudas ni titubeos. Sin embargo, ambos persiguen el mismo objetivo: resolver problemas, tomar decisiones.
Tomemos como ejemplo esa temida, y a veces interminable, tarea de buscar una casa donde vivir.
Todos sabemos cómo funciona: tienes un presupuesto, una lista de cosas imprescindibles, y después de un rato ojeando un portal inmobiliario, ya estás decidiendo qué es más o menos importante, si un buen barrio o tener una terraza.
Aquí entra en juego el algoritmo de parada óptima. ¿Cómo funciona? Si tienes 100 opciones, el algoritmo te sugiere ver las primeras 37 sin elegir ninguna. Luego, empiezas a buscar en serio, pero sólo te lanzas a la primera que cumpla tus condiciones. Este método no garantiza el apartamento perfecto, ¡pero mejora las probabilidades!
Y el número mágico del 37% no solo se aplica al alquiler… También es útil si estás buscando pareja o el trabajo perfecto.
Ahora, veamos otro algoritmo interesante. Imagínate en un casino, enfrentado a una máquina tragaperras. ¿Cuánto tiempo deberías quedarte en una máquina antes de probar suerte en otra? Los matemáticos lo llaman el problema del bandido de brazos múltiples y sugieren una técnica llamada límite superior de confianza para máximizar tus posibilidades. ¿La clave? Escoge la máquina que crear previa observación que más probabilidades tiene de darte un premio y ajústate. Pero si los resultados empiezan a decepcionarte, ¡pasa a otra máquina!
Este dilema, claro, no solo se da en los casinos. También nos enfrentamos a él al tomar decisiones de vida. ¿Cuándo dejamos una mala relación? ¿Cuándo cambiamos de empleo? Estas preguntas pueden parecer diferentes, pero el algoritmo es el mismo.
Ten cuidado, y considera meter en la ecuación otras variables, como los sesgos que tenemos de tipo cultural, como el del coste hundido o aversión a la perdida.
Ahora, no siempre necesitamos ayuda para organizar nuestras cosas. Pero si el caos de tu oficina o de tu mente empieza a parecerse a una escena de Apocalypse Now, los algoritmos de clasificación pueden ayudarte. Uno de los teoremas clásicos de la inteligencia artificial.
Piensa en tus libros o papeles como una colección desordenada. Tienes varios métodos: desde el simple, aunque algo tedioso, método de ordenación por burbujas hasta la sofisticada ordenación por fusión. Cada uno tiene su encanto… y sus limitaciones. Pero sea cual sea el algoritmo que elijas, verás que organizar tus cosas puede ser mucho más fácil.
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Predecir el futuro
Y, hablando de límites… hasta los algoritmos tienen los suyos.
Nos gusta pensar en ellos como infalibles, especialmente con todas las predicciones que pueden llegar a ejecutar, y en las que muchas veces confiamos con los ojos cerrados. Pero aquí está la trampa: si tratas de construir un modelo que lo prediga todo, es probable que caigas en la trampa del overfitting o sobreajuste.
Básicamente, el modelo se vuelve tan especializado, en ajustar las predicciones a sus datos de entrenamiento que pierde toda flexibilidad y no se puede aplicar a nada más.
Y ten en cuenta, que el modelo es capaz de predecir lo que ha visto, hay veces que se encuentra con fenómenos de la naturaleza como el de la foto de abajo, acostumbrados a jugar contra las estadísticas.
A veces, en lugar de buscar la perfección, es mejor optar por lo suficientemente bueno.
Tomemos el famoso problema del viajante de comercio, un clásico en matemáticas. Este problema busca encontrar la mejor ruta entre varios puntos, sin pasar por el mismo lugar dos veces. A pequeña escala, es fácil. Pero cuando ampliamos la escala a todo un país o un continente, la complejidad se vuelve abrumadora. Aquí, la solución práctica es ser flexible: permitir que el viajante vuelva a un mismo lugar, al menos una vez. Eso incrementará nuestras opciones de encontrar una solución de compromiso.
En última instancia, los algoritmos nos muestran algo crucial: no siempre hay soluciones perfectas, pero sí métodos que nos pueden ayudar a mejorar, a tomar mejores decisiones. Los algoritmos están ahí, no para tomar decisiones por nosotros, sino para guiarnos, para ayudarnos a ver patrones y probabilidades.
Food for thought
Hoy me gustaría que te llevases esta idea sobre los algoritmos, no son solo fórmulas matemáticas. Pueden ser nuestros aliados en la toma de decisiones diarias, ayudándonos a predecir y simplificar nuestras tareas para ser más productivos. Ya sea al decidir cuándo detener una búsqueda, cómo organizar nuestros días o cuándo explorar una nueva opción, los algoritmos son herramientas prácticas para vivir con mayor claridad y propósito.
Así que, la próxima vez que enfrentes una decisión difícil o busques formas de optimizar tu tiempo, pregúntate: ¿qué algoritmo podrías aplicar para simplificar tu vida?
¡Espero que estas ideas te inspiren a tomar mejores decisiones con un enfoque renovado!
Gracias por acompañarme en este nuevo experimento, ¡y te espero mañana en el Diario de Innovación de Innovation by Default 💡!