Esta semana, me gustaría que exploráramos juntos y especuláramos sobre cómo será nuestra realidad como especie en las próximas décadas o, inclusive, siglos. Soy consciente de que muchos de nosotros ya no estaremos por aquí, o sí, quién sabe.
En la última década, hemos sido testigos de un avance tecnológico sin precedentes que nos acerca cada vez más a un futuro que una vez parecía reservado únicamente para la ciencia ficción. Hace siete años, publiqué un artículo en el blog de Telefónica Empresas, reflexionando sobre los primeros pasos hacia la fusión entre humanos y máquinas, prediciendo un mundo en el que los límites entre biología y tecnología cada vez son más borrosos.
Desde el lanzamiento de Neuralink por Elon Musk hasta los esfuerzos de Facebook por desarrollar interfaces cerebro-computadora, el camino hacia convertirnos en cíborgs parece estar pavimentándose a pasos agigantados. Pero, ¿cuánto hemos avanzado realmente desde entonces? ¿Y cómo han evolucionado nuestras interacciones con la tecnología en este tiempo?
Esta semana, me gustaría que exploráramos juntos este tema y alguno que otro más, tomando como inspiración el libro Cómo ser una máquina de Mark O’Connell. Vamos a profundizar en cómo la inteligencia artificial y el aprendizaje automático están transformando nuestra manera de comunicarnos, no solo entre nosotros sino también en este mundo cada vez más digital, ya sabes, ese famoso metaverso que todavía pocos llegan a ver como una realidad.
Si miro atrás, desde ese artículo de 2017 titulado, los avances desde entonces no han sido muchos, tampoco la conquista del espacio cambió mucho desde la llegada del hombre a la luna. Aquellos disruptores de hace ya casi una década en mi artículo original, figuras como Pistorius y Neil Harbisson, han desafiado nuestras concepciones tradicionales de la humanidad y la tecnología, pero pocas más se han sumado a este selecto club.
Además, considerando los avances e innovaciones en la traducción automática y la interacción por voz, cabría preguntarnos: ¿Estamos realmente cerca de una comunicación telepática con las máquinas?
Te invito a que especulemos juntos sobre el futuro cercano de la humanidad, donde el debate entre la realidad y la visión de futuristas como Zuckerberg y Musk continúa. ¿Estamos en el umbral de convertirnos en cíborgs, o es este futuro aún una fantasía distante?
¡Comencemos!
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Aprendiendo con Mark O’Connel
Esta semana vamos a aprender junto a Mark O'Connell sobre el concepto del humano aumentado, explorando las fronteras del transhumanismo tal como se desvelan en su obra "To Be a Machine" (2017). Nos adentraremos en el intrigante mundo de aquellos que buscan trascender las limitaciones humanas a través de la tecnología, con el ambicioso objetivo de eludir la muerte y potenciar nuestras capacidades naturales. Mark O'Connell, renombrado crítico literario y ensayista irlandés, nos guía en un recorrido por la vida de ciborgs, soñadores utópicos, hackers y futuristas que están en la vanguardia de redefinir lo que significa ser humano en la era moderna.
En nuestra edición, reflexionaremos sobre cómo la búsqueda de la inmortalidad y la superación del dolor han sido constantes a lo largo de la historia humana, desde relatos antiguos como la Epopeya de Gilgamesh hasta las historias de la Biblia. Hoy en día, el transhumanismo ofrece enfoques innovadores para enfrentar estos desafíos ancestrales, promoviendo la idea de que las debilidades humanas pueden no solo ser mitigadas sino superadas gracias al progreso tecnológico. Abordaremos las promesas y los dilemas que este movimiento presenta, preguntándonos si sus visiones utópicas son realistas o deseables. Prepárate para una discusión estimulante sobre cómo el transhumanismo podría revolucionar nuestra existencia, para bien o para mal, guiados por las perspectivas esclarecedoras de Mark O'Connell.
Aprendizaje 1: Tranhumanismo y funky business
Muchas personas interesadas en vivir indefinidamente han puesto su esperanza en la Alcor Life Extension Foundation, que ofrece un curioso servicio: un descuento significativo a aquellos que elijan solo preservar su cabeza mediante criogenización, argumentando la facilidad de almacenamiento comparado con el cuerpo entero.
La fundación, especializada en suspensión criogénica, actúa en el breve lapso entre la muerte clínica y la descomposición, preparando el cuerpo (o cabeza) mediante una cirugía para luego conservarlo en nitrógeno líquido. La visión de futuro es que, si la ciencia avanza lo suficiente, estos cuerpos podrían revivirse o, al menos, sus cerebros ser escaneados para extraer y duplicar datos mentales en un ordenador.
Sin embargo, expertos como Michael Hendricks, neurobiólogo de la Universidad McGill, critican estas promesas como falsas esperanzas, señalando que la tecnología necesaria para revivir a los muertos o simular mentes está "más allá de la promesa de la tecnología". A pesar de estas críticas, Max More sostiene que vale la pena intentar la suspensión criogénica, reflejando un rasgo característico del transhumanismo: una fe en el futuro que bordea lo religioso, a pesar de su orgullo por el rigor científico.
Aprendizaje 2: La leyenda de Walt Disney.
Aubrey de Grey, científico biomédico inglés y director de Strategies for Engineered Negligible Senescence (SENS), desafía la percepción tradicional del envejecimiento y la muerte como inevitables, proponiendo que el envejecimiento es una enfermedad curable. De Grey está trabajando en estrategias, denominadas "SENS 1.0" y "SENS 2.0", que prometen prolongar la vida humana de manera indefinida. La primera fase implica terapias que podrían extender la vida treinta años en las próximas décadas, mientras que la segunda fase se centra en la "velocidad de escape de la longevidad", una teoría que sugiere que eventualmente el aumento en esperanza de vida superará el ritmo del envejecimiento.
Por otro lado, Laura Deming, prodigio que ingresó al MIT a los 14 años, fundó el Fondo de Longevidad con el objetivo de financiar investigaciones que prolonguen la vida. Su interés en combatir el envejecimiento nació de observar su impacto en su abuela, llevándola a cuestionar por qué el envejecimiento no se trataba como una enfermedad. Deming enfoca sus esfuerzos en atacar el envejecimiento como la causa raíz de enfermedades comunes, como el Alzheimer, la diabetes y el cáncer, encontrando que algunos medicamentos para estas condiciones también pueden actuar como potenciales tratamientos para prolongar la vida.
Estas visiones revolucionarias de De Grey y Deming destacan un cambio paradigmático hacia el tratamiento del envejecimiento como una condición tratable, insinuando un futuro en el que la vida humana podría extenderse significativamente más allá de sus límites actuales.
Aprendizaje 3: La vida eterna en la tierra.
La Singularidad Tecnológica representa un futuro en el que la inteligencia de las máquinas superará a la humana, un concepto que, aunque suena a ciencia ficción, es tomado seriamente por expertos. Vernor Vinge fue el pionero en discutir esta idea, sugiriendo que tal evento marcaría el fin de la era humana tal como la conocemos, ya sea para bien o para mal.
Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google y reconocido futurista, predice que la singularidad ocurrirá en 2045, viéndola como una oportunidad para que la humanidad trascienda sus limitaciones físicas y mentales. Kurzweil imagina un futuro donde no habrá distinción entre humanos y máquinas, o entre la realidad externa y la virtual, gracias a la integración de la tecnología en nuestro ser.
Este concepto desafía profundamente nuestras nociones sobre la identidad humana y lo que significa ser humano. Kurzweil argumenta que, lejos de acabar con nuestra esencia, la singularidad sería la culminación de nuestras ambiciones humanas de superar todas las limitaciones, incluyendo la fragilidad de nuestros cuerpos y las limitaciones de nuestras mentes. En este futuro, superar nuestra propia naturaleza sería visto como el último logro humano.
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Aprendizaje 4: Singularidad Tecnológica, queramos o no.
Durante más de un siglo, los robots han capturado la imaginación de la humanidad, principalmente como iconos culturales más que como herramientas prácticas. Este retraso en el desarrollo robótico frente al progreso de la inteligencia artificial se debe en parte a la paradoja de Moravec: es más fácil para las máquinas superarnos en tareas cognitivas complejas que realizar labores físicas básicas.
En el DARPA Robotics Challenge, una competición que premia a robots capaces de ejecutar tareas físicas difíciles, se evidenció cuán desafiantes pueden ser estas actividades simples para los robots. Sin embargo, los ingenieros están comenzando a superar estos obstáculos, permitiendo a los robots hacer incursiones en el mercado laboral, como se vio en un concurso organizado por Amazon para desarrollar robots que puedan realizar trabajos de recolección.
Pero la llegada de robots más capaces no necesariamente señala una utopía robótica. Por ejemplo, el plan de Uber para sustituir conductores humanos por coches automatizados ilustra cómo el avance robótico podría amenazar empleos poco cualificados. Además, hay preocupaciones sobre el uso militar de la robótica avanzada, especialmente dada la historia de DARPA en el desarrollo de tecnologías como los drones Predator y Reaper, que han sido utilizados con efectos letales.
Así, mientras los robots avanzan gradualmente hacia una presencia más funcional y práctica en nuestras vidas, también emergen preguntas críticas sobre el impacto ético y laboral de esta transición, incluyendo el potencial desarrollo de supersoldados robóticos.
Aprendizaje 5: La AGI, una amenaza real.
Los transhumanistas de Grindhouse Wetware se distinguen por su enfoque práctico y presente en la mejora humana, alejándose del típico futurismo transhumanista que contempla la singularidad y la extensión de la vida como eventos lejanos. Tim Cannon, líder de este grupo de biohackers, aboga por una transformación radical del "hardware" humano a través de implantes cibernéticos.
Cannon experimentó personalmente con Circadia, un dispositivo que monitorea datos biométricos y los comparte en Internet, y trabajó en Northstar, un implante que detecta el norte magnético y que se planea actualizar para realizar acciones como abrir puertas de coches con gestos. Estos proyectos, aunque modestos, representan pasos concretos hacia el ciborgismo.
A pesar de la aparente naturaleza revolucionaria de estos dispositivos, las motivaciones de Cannon y su grupo se arraigan en las realidades humanas. La lucha personal de Cannon contra el alcoholismo y su superación con la ayuda de Alcohólicos Anónimos revela una visión de la humanidad como inherentemente frágil y propensa al error, lo que posiblemente inspire su búsqueda de superación a través de la tecnología. Esto resalta un aspecto crucial del movimiento transhumanista en Grindhouse Wetware: la búsqueda de mejoramiento humano está motivada tanto por desafíos personales como por ideales futuristas.
Food for thought
Para bien o para mal, la humanidad se encuentra en una encrucijada tecnológica. Las tecnologías emergentes prometen alterar fundamentalmente nuestra existencia, desde la Singularidad Tecnológica que podría fusionar la inteligencia humana con la máquina, hasta los avances en robótica y criogenia que desafían nuestras concepciones más arraigadas sobre la vida y la muerte.
En este contexto, el transhumanismo emerge como un movimiento audaz que busca aprovechar estos avances como una fuerza para el bien, aspirando a superar las limitaciones humanas mediante la integración de tecnología en nuestro ser. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre si estas aspiraciones transhumanistas nos guiarán hacia una era de mejoramiento humano sin precedentes o si precipitarán consecuencias no deseadas, posiblemente catastróficas, para nuestra especie.
Resumen de la semana en LinkedIn
Esta semana, he explorado tematicas muy variasdas en las publicaciones que he compartido en LinkedIn, en conjunto, son una invitación a reflexionar sobre la intersección de la tecnología, la educación, y el arte de la escritura. Desde la visión futurista de Jensen Huang sobre la democratización de la IA, hasta las advertencias de Carl Sagan sobre los peligros de una sociedad desinformada, cada uno de ellos intenta aportar una perspectiva única sobre cómo las herramientas digitales y el pensamiento crítico van moldear nuestro futuro.
Innovación y Democratización de la IA: Nvidia está liderando el camino hacia un futuro donde la IA es accesible para todos, impulsando una revolución tecnológica inclusiva. Revisitando algunas de las reflexiones de su CEO, Jensen Huang.
Consejos de Carrera de Profesional: Otra de las publicaciones de esta semana, hacia enfasis en la importancia de un círculo de acción positivo, el proceso de mentoría, y el poder del feedback selectivo, subrayando que el éxito profesional se construye con la curiosidad y la excelencia en las tareas cotidianas.
Interacción Humana con la Tecnología: Examinamos cómo la forma en que nos comunicamos con los ChatBots y LLM puede afectar su rendimiento, revelando la importancia de la amabilidad y el respeto mutuo en nuestra interacción con la IA.
La Crisis de la Educación y el Conocimiento: También reflexionamos juntos sobre los desafíos actuales de la educación (desafíos que llevan décadas inalterados), inspirados por Carl Sagan, para fomentar un pensamiento crítico agudo en la era de la información. En resumen, menos Sálvame y más ciencia es lo que necesitamos.
El Poder Transformador de la Escritura: Comparti con vosotros mi historia personal de superación y descubrimiento del arte de la escritura, destacando técnicas clave para mejorar la claridad, la originalidad, y la eficacia en la comunicación escrita. Agradeciendo especialmente a Mercedes, por ayudarme a encontrar esa chispa que encendio mi gusto por la escritura.
Salvemos al soldado Fuenmayor: Y para cerrar la semana, seguí abogando desde mi torre de Babel por una semana laboral con menos reuniones inútiles que no llevan a ninguna parte. Compartí algunos de mis aprendizajes para salir de ese laberinto que representa el Síndrome de la Agenda Completa.
Cada publicación espero haya sido una parada en ese viaje desde la contemplación de nuestra relación con la tecnología y la información, pasando por el desarrollo personal y profesional, hasta llegar a la autoexpresión y el impacto social. Su visión conjunta, nos recuerda la importancia de adaptarnos, aprender y crecer en un mundo en constante cambio.
La moraleja de esta semana es clara: ya sea abrazando las tecnologías emergentes, o a través de la mejora de nuestras habilidades profesionales, o cultivando nuestra voz única a través de la escritura. Nuestros progreso personal y colectivo depende de esa capacidad para interactuar con curiosidad, crítica y creatividad frente a los desafíos y oportunidades del presente y el futuro.