Mira.
En 2005, Ray Kurzweil escribió un libro con un título provocador: La Singularidad está cerca. Casi dos décadas después, ha vuelto con una actualización. El nuevo título no deja lugar a dudas: La Singularidad está más cerca.
Y no es solo marketing.
Desde entonces, la potencia de cálculo por dólar se ha multiplicado por más de 11.000. El coste de secuenciar un genoma humano se ha desplomado un 99,997%. Y la inteligencia artificial que usamos hoy —de forma cotidiana— era, hace apenas diez años, ciencia ficción.
Kurzweil lo llama la ley de los rendimientos acelerados: cada avance tecnológico facilita el siguiente. La curva no es lineal. Es exponencial. Y según él, estamos entrando justo ahora en su tramo más empinado.
¿Qué significa eso?
Y es que parece que vamos hacia un punto de no retorno tecnológico
La IA no nació con ChatGPT. Viene de una larga historia de enfoques simbólicos y conexionistas. Primero quisimos enseñarle reglas. Luego, dejamos que aprendiera de los datos. El resultado: modelos que escriben ensayos, pintan retratos y programan código… como si fueran humanos.
¿Lo son? Aún no. Kurzweil dice que todavía les faltan dos cosas: memoria de contexto y sentido común. Pero pronostica que cruzaremos esa línea en 2029. A partir de ahí, comienza lo interesante.
IA que diseña mejores IAs. Que se mejora a sí misma. Que escala la inteligencia más allá de los límites humanos.
Es lo que llama la explosión de inteligencia.
Y para 2045, si sus predicciones se cumplen, alcanzaremos la singularidad: un punto de inflexión en el que la inteligencia artificial y la biológica se fusionarán. Ya no tendrá sentido distinguir entre humano y máquina.
Toda esta revolución será posible gracias a la nanotecnología, el objetivo: diseñar desde el átomo.
Porque las previsiones de Kurzweil no se quedan solo en la IA. La otra gran revolución que predice viene de lo microscópico: la nanotecnología.
Nanobots recorriendo el cuerpo humano, reparando tejidos, ajustando hormonas, erradicando células cancerosas una a una. Órganos artificiales más eficientes que los biológicos. Enjambres inteligentes que rejuvenecen el cuerpo desde dentro.
¿Imposible? Quizá.
Pero recuerda: hace 20 años, una videollamada en el móvil también lo parecía.
Y el trabajo… ¿desaparece?
No exactamente. Se transforma.
En la próxima década, la mayoría de tareas cognitivas podrán automatizarse. Pero eso no hará obsoletos a los humanos. Al contrario: nos empujará a redefinir qué significa trabajar.
Habrá que aprender a colaborar con la IA, no competir contra ella. Desarrollar habilidades de adaptación, creatividad y pensamiento crítico. La educación tendrá que dejar de preparar para profesiones concretas y empezar a formar en flexibilidad mental.
Y quizá, dice Kurzweil, sea momento de plantear una renta básica universal. No como respuesta al desempleo, sino como base para una nueva era de abundancia y descubrimiento.
Entonces, ¿Qué le espera a la humanidad frente a la tan temida singularidad?
Quizá, por primera vez en la historia, tengamos la tecnología para erradicar la escasez. Para producir más con menos. Para vivir más y mejor. El verdadero reto no es técnico. Es ético. Político. Humano.
El futuro que describe The Singularity Is Nearer es inquietante. No porque sea oscuro. Sino porque es inmenso.
La pregunta ya no es si va a pasar. Es si estaremos preparados para que pase bien.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
PD 1 – Puedes conseguir The Singularity Is Nearer en Amazon en físico o Kindle.
PD 2 – ¿Quieres prepararte para pensar a largo plazo? Este set de tarjetas para ideación y creatividad (tipo Oblique Strategies) puede ayudarte a entrenar tu mente para un futuro complejo.
PD 3 – Y si buscas más herramientas para tu yo del futuro:
Para aprender cómo hackear tu cuerpo.
Un test de ADN para entender de dónde vienes.
Un libro de Philip K. Dick, uno de los escritores más influyentes en su género.
Un teclado retro mecánico minimalista.
Una lámpara para seguir tus ciclos circadianos.
Un anillo medidor de sueño.
Un marco con la frase: “El futuro pertenece a los que lo diseñan.”
Gracias por acompañarme en un nuevo Diario de Innovación, ¡y te espero mañana en Innovation by Default 💡!