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Al habla Álex Fuenmayor (@adefuros), esta semana en una de las publicaciones que compartí en LinkedIn hablaba sobre la perspectiva y el efecto Dunning-Kruger.
Cuando estamos metidos en la vorágine de nuestro día a día, somos incapaces de sacar la cabeza y mirar hacia adelante y atrás.
Por eso hemos de hacer el esfuerzo de parar a veces en mitad del desenfreno, como Fernando Alonso cuando su McLaren Honda le dejó tirado en Interlagos, e intentar que el resto no nos afecte, alejarnos y respirar para en la próxima carrera darlo todo.
Muchas veces preferimos meter la cabeza en el suelo al más puro estilo avestruz, pensando que si nosotros oviamos todo el ruido y ajetreo de nuestro día a día, una vez que la saquemos este habrá desaparecido.
Pero no, nadie va a venirte a sacarte las castañas del fuego. Todos hemos de responsabilizarnos de nuestros actos decisiones y cambiar el ellos por el yo.
Creo que nadie debería fiar su destino a la suerte, el destino, la providencia, como quieras llamarlo. Tú deberías saber a qué te quieres dedicar o al menos, por contraposición deberías saber a qué no.
Si no lo conoces, el efecto perspectiva, es un fenómeno psicológico en el que las personas tienden a valorar más las opciones que están más cerca en el tiempo o en el espacio, en lugar de considerar todas las opciones de manera equitativa. Este sesgo puede influir en la toma de decisiones y llevar a una evaluación inadecuada de situaciones debido a la proximidad temporal o espacial de ciertos eventos o alternativas.
Mientras que el efecto Dunning-Kruger, es un fenómeno psicológico en el que las personas con habilidades limitadas en un área específica tienden a sobreestimar sus capacidades en ese campo, mientras que aquellos con habilidades superiores tienden a subestimar sus propias competencias.
Reconocer estos sesgos te evitarán pasar por algún mal trago que yo he tenido que pasar en el pasado, por ello hemos de ser capaces de la bondad de tomar siempre decisiones bien meditadas y evitar errores de juicio basados en la proximidad física o temporal de las opciones.
Una de las cosas que a mí me funcionan es evitar autocensurarme y cuestionar constantemente cualquier supuesto que hago. Esto implica reconocer cuándo podríamos estar cayendo en la trampa del efecto Dunning-Kruger, ya sea por exceso de confianza en nuestras habilidades en áreas donde nos falta profundidad, o por dudar de nuestras capacidades cuando, en realidad, estamos más que preparados. También he comprobado que añadir otro punto de vista a la ecuación, pedir feedback a tu jefe o compañeros, me ayuda a resolver estas situaciones. Esta práctica no solo me ayuda a evaluar mi competencia de manera más precisa, sino que también enriquece mi enfoque con insights que de otro modo podría haber pasado por alto.
Esta combinación de sesgos, como el efecto de perspectiva y Dunning-Kruger, ha transformado mi enfoque en muchas situaciones, ayudándome a apreciar más, si cabe, el valor de cuestionar, aprender y, sobre todo, mantenerme humilde ante cualquier nuevo reto u oportunidad.
Pero como el objetivo de esta newsletter no es la de ser tu coach de cabecera, dejame hablarte de otro tema, seguramente mucho mas interesante para ti, y del cual ya hemos escrito muchas líneas en esta newsletter. La creatividad, si sé que mi lado obsesivo compulsivo se ha manifestado o debatido en esta newsletter con esta temática.
Para ello esta semana me traigo a Anthony Brandt y David Eagleman, para hablar sobre la creatividad y repasar los principios de la capacidad inventiva de nuestra especie. Así que disclaimer, repetimos, creatividad e innovación en estado puro. A través de su libro, The Runaway Species.
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Aprendiendo con Brandt y Eagleman
The Runaway Species es un libro que explora la creatividad humana, analizando los principios subyacentes a nuestra inventiva y ofreciendo ejemplos de avances creativos del mundo real. Los autores, Anthony Brandt y David Eagleman, destacan las capacidades que hacen única a nuestra especie. Brandt es un compositor y profesor de música, mientras que Eagleman es un neurocientífico de la Universidad de Stanford y autor de otros best-sellers como "El cerebro" o "Incógnito".
El libro aborda la creatividad como una fuerza misteriosa que se manifiesta en avances tecnológicos, obras literarias y obras de arte que pasan a ser parte del imaginario popular. Los autores nos plantean la pregunta sobre en qué consiste realmente la creatividad y cómo funciona, ya habrás visto que es la misma que me llevo haciendo yo unos cuantos meses. Según ellos, la creatividad se basa en patrones de pensamiento básicos pero inagotables, que nos permiten remodelar lo conocido para hacerlo nuevo. Durante el libro se exploran diversos campos como la genética, la historia del arte, la medicina o el cine como respaldo de sus argumentos sobre estos patrones de pensamiento creativo.
Aprendizaje 1: Las ideas ni se crean ni se destruyen
Las nuevas ideas e inventos a menudo parecen surgir de la nada, siendo percibidos como resultados improbables de la casualidad y el genio. Sin embargo, para comprender verdaderamente la creatividad, es crucial reconocer la deuda que las ideas novedosas tienen con las antiguas. Se menciona el ejemplo del iPhone de Steve Jobs en 2007, que revolucionó la tecnología de consumo, pero que en realidad se basaba en predecesores menos exitosos como el Simon de IBM en 1994.
Incluso los creadores más revolucionarios dependen de ideas heredadas
Otras de las ideas sobre las que hacen foco es la de que la reinvención creativa es fundamental tanto en la tecnología como en el arte. Como es el caso del poeta Samuel Taylor Coleridge, cuyas obras revelaron influencias de los libros de su biblioteca. Este principio demuestra que incluso los actos más creativos se apoyan en una larga línea de predecesores inventivos, destacando la importancia de reconocer y valorar las contribuciones pasadas en cualquier proceso creativo.
Si no, mira a ChatGPT, que, siendo tan listo como es, ha tenido que inspirarse en otros para hablar sobre diversos temas,algo que no ha sentado especialmente bien en el Wall Street Journal.
Aprendizaje 2: La creatividad como proceso aditivo
La creatividad implica la capacidad de transformar y reinventar modelos existentes, como demuestran ejemplos de Coleridge y Apple, quienes innovaron dando giros atrevidos a las ideas preexistentes.
Existen tres maneras principales de remodelar lo existente: mejorar o actualizar un modelo, torcerlo, o ambos.
Un ejemplo médico es la evolución del corazón artificial, desde los primeros modelos que imitaban el bombeo natural hasta innovaciones que emplean un flujo continuo de sangre, evitando problemas anteriores y mejorando la eficacia. En las artes, Harold Pinter con su obra "Traición", invierte la cronología tradicional para ofrecer una narrativa única, demostrando cómo la "flexión" de ideas puede aplicarse más allá de la ciencia, revolucionando la percepción y la experiencia.
Aprendizaje 3: Romper cosas
Otra de las formas en las que se puede manifestar la creatividad es a través de la técnica de "ruptura", los autores utilizan el ejemplo del Guernica de Pablo Picasso para ilustrar cómo la descomposición y reconfiguración de elementos pueden representar conceptos complejos como los horrores de la guerra.
Descomponer objetos e ideas en componentes más pequeños es un proceso creativo clave.
Este enfoque no se limita al arte, sino que se extiende al cine, donde la edición y la manipulación del tiempo narrativo permiten contar historias de manera más eficiente y expresiva. La técnica de la ruptura, que implica descomponer objetos e ideas en componentes más pequeños para reorganizarlos creativamente, es un principio fundamental en diversas formas de expresión, reflejando una faceta clave de la creatividad humana.
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Aprendizaje 4: Combinar para crear
Desde la antigüedad hasta la actualidad, la creación de criaturas híbridas, como los minotauros y esfinges de la mitología o superhéroes modernos como Spiderman, refleja una fascinación humana por combinar elementos dispares de manera sorprendente, destacando un aspecto fundamental de la creatividad humana: la capacidad de mezclar y remodelar ideas existentes.
Esta tendencia no solo se manifiesta en el arte y la mitología, sino que también ha encontrado aplicaciones prácticas en la ciencia, como demuestra el trabajo de Randy Lewis en la ingeniería genética para producir seda de araña a través de cabras modificadas genéticamente. Este enfoque innovador subraya cómo la creatividad humana puede superar los límites tradicionales, fusionando elementos de formas nuevas y extraordinarias para resolver problemas complejos y abrir nuevas posibilidades.
Aprendizaje 5: Crea las opciones
Una de las ideas que remarcan los autores es la de la importancia de generar múltiples ideas para innovar, siempre tenemos opciones, como inspirándose en la naturaleza, que crea diversidad y permite que el entorno seleccione las mejores opciones.
Ejemplos tenemos muchos a lo kargo de la historia como el de George Washington Carver, quien propuso más de cien usos para los cacahuetes para diversificar la agricultura, y con Thomas Edison, que a pesar de fracasar con su idea de un piano de hormigón, entendió que el fracaso es parte del proceso creativo.
La enseñanza principal es que no debemos buscar la idea perfecta desde el principio, sino generar muchas opciones y aprender del proceso.
Aprendizaje 6: Experimentar para subsistir
Para fomentar y aprovechar la creatividad innata en escuelas y lugares de trabajo, es esencial mirar hacia el futuro y promover la experimentación. Las organizaciones creativas se enfocan en los retos futuros más que en los problemas actuales, preparándose para situaciones que pueden o no ocurrir. En el libro se muesta un ejemplo de como Microsoft explora soluciones innovadoras como la refrigeración de servidores en el océano, mostrando la importancia de probar ideas poco convencionales.
En educación, se puede estimular la creatividad enseñando a los estudiantes que el mundo puede ser remodelado, como demuestra la profesora Lindsay Esola, quien inspira a sus alumnos a explorar y reinventar, llevándolos a ver más allá de las soluciones y estilos existentes. La clave está en enseñar que el pasado puede ser la base para la innovación y la creación de algo nuevo.
Ahora con ChatGPT, podríamos llegar a pensar que las posibilidades en el aula deberían ser infinitas.
Food for thought
Los aprendizajes de este libro resuenan mucho con lo que ya hemos comentado en otros episodios y explora nuevos terrenos, ya sabemos que la creatividad humana consiste en nuestra capacidad para reinventar lo que ya conocemos.
En su origen, el pensamiento creativo se reduce a tres funciones básicas: doblar, romper y mezclar. Cada método nos ayuda a remodelar lo que ya existe al servicio de algo novedoso. Para fomentar la creatividad, hay que animar a empleados y estudiantes por igual a asumir riesgos y remodelar las lecciones del pasado.
También os dejo alguno de los consejos prácticos que nos dejan los autores.
Incentive la creatividad en su organización.
Con demasiada frecuencia, los empleados descuidan sus poderes creativos porque no ven una salida real para ellos. Les cuesta imaginar que ser creativos vaya a ser realmente beneficioso para sus carreras. Si ése es el caso de su empresa, es hora de cambiar. Considere la posibilidad de dar primas a los empleados que aporten ideas valiosas o, si no, recompénselos con un reconocimiento.