Esta semana vamos a hablar de un compañero de viaje que acompaña a muchos desde sus primeros días como estudiantes. A algunos les lleva años encontrarlo en su carrera profesional, mientras que otros nunca lo alcanzan, pero tampoco les importa o ni siquiera lo saben.
No sé si ya lo has adivinado o no, pero dejémonos de misterios. Esta semana vamos a hablar sobre el éxito, algo tan subjetivo y volátil que, dependiendo de con quién hables, cada persona puede tener una concepción diferente al respecto.
El acertijo de Lincoln nos ayuda a distinguir entre lo que parece real y lo que realmente es. En otras palabras, alguien puede intentar cambiar la definición de algo para salirse con la suya, pero eso no cambiará la realidad. Warren Buffett incluyó este acertijo en una carta para mostrar cómo muchos banqueros y ejecutivos presentan sus resultados como ganancias cuando en realidad son muy malas. Y tiene su razón de ser, ya que Warren Buffett valora mucho la transparencia económica.
Este acertijo formaba parte de la carta anual que Warren Buffett envió a sus empleados de Berkshire Hathaway en 2019.
Pero acertijos y refranes como el que da título a este episodio, "No por mucho madrugar amanece más temprano", vemos que aparecen una y otra vez en la cultura popular de diferentes países. Tal vez esto sugiere que nuestra relación con el éxito no es tan saludable como podríamos pensar inicialmente.
El titulo del episodio de hoy nos recuerda que el éxito no siempre depende únicamente del esfuerzo y el trabajo duro, sino que también hay otros factores externos. A veces, a pesar de todo nuestro esfuerzo, el éxito puede depender de circunstancias externas, oportunidades y otros elementos que no podemos controlar. Con este refrán, quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia de considerar no solo nuestro propio trabajo, sino también el contexto y las oportunidades que se nos presentan en el camino hacia el éxito.
Como adelantaba Lincoln, la narrativa es un súper poder para el éxito social.
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