En el mundo de la innovación y la tecnología, el camino hacia el éxito no siempre es lineal ni predecible. La historia de Kevin Ashton, quien acuñó el término "Internet de las Cosas" mientras trabajaba para mejorar la cadena de suministro de Procter & Gamble, es un testimonio de cómo las ideas disruptivas pueden surgir de contextos inesperados. Ashton, un "outsider" en el campo de la tecnología avanzada en aquel momento, demostró que la capacidad para innovar trasciende los límites de las disciplinas tradicionales.
Esta narrativa no es única. La historia está llena de individuos que, al igual que Ashton, han irrumpido en industrias como verdaderos forasteros, triunfando contra todo pronóstico y dejando una marca indeleble en sus respectivos campos.
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