Mira.
Hoy te traigo una charla que vi hace meses. Me hizo pensar. Pero sobre todo me hizo replantearme algo que damos por sentado: lo difícil que es usar bien el lenguaje.
Más difícil, incluso, que programar o configurar una herramienta.
Nos hemos obsesionado con aprender a hablarle a las máquinas… pero no nos enseñaron a diseñar ideas para que las máquinas nos entiendan.
Y eso es justo lo que hace un ingeniero de prompts. Sí, ya he hablado de esto con Ignacio y Diego en Código Abierto, pero cuanto más lo pienso, más convencido estoy de que estamos subestimando esta disciplina.
La charla es breve, práctica y valiosa: Teodora Danilovic, ingeniera de Autogen explica con claridad las diferencias entre improvisar un prompt y diseñarlo bien, entre escribir algo que funcione una vez y construir una instrucción que resuelva siempre una tarea concreta, sobre cualquier texto y en cualquier contexto.
Hay un momento clave: cuando Teodora muestra cómo es posible transformar una tarea difusa (como clasificar sentimientos) en un sistema ordenado de pasos.
Primero, le enseña al modelo con ejemplos (eso es multi-shot prompting).
Luego le pide que piense paso a paso (chain of thought).
Después, encadena prompts distintos para tareas más complejas (prompt chaining): identificar temas, agruparlos, justificar sus etiquetas.
Y finalmente, muestra cómo esos resultados pueden convertirse en un JSON estructurado, en un PowerPoint o en un informe listo para presentar.
¿La lección?
La ingeniería de prompts no va de encontrar la frase mágica. Va de entender el proceso detrás del resultado, de diseñar con intención, de probar, medir, depurar. Como cualquier ingeniería. Y como cualquier lenguaje: es más sobre estructura que sobre palabras bonitas.
Y lo mejor de todo es que no necesitas saber programar para hacerlo bien. Solo necesitas pensar con claridad y aprender a hablarle a una inteligencia que responde a cómo le hablas.
Quizás, por primera vez, estamos entrando en una etapa donde la herramienta más poderosa es cómo planteamos las preguntas, no cómo resolvemos los problemas.
Y eso es mucho más difícil —y valioso— de lo que parece.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
PD 1 – Más abajo tienes la charla completa. No te llevará más de 10 minutos, pero puede ahorrarte horas de frustración en tus próximas interacciones con IA.
PD 2 – Si te interesa profundizar en estos temas, este libro sobre lenguaje claro también te puede ayudar. Escrito para humanos, pero útil para hablar con máquinas.
Gracias por acompañarme en un nuevo Diario de Innovación, ¡y te espero mañana en Innovation by Default 💡!
📎 Bonus tip: Una vez tienes un buen output, puedes convertirlo en JSON, ajustar el tono o transformarlo en una presentación… todo a partir del mismo prompt bien diseñado.