Innovation by Default, 2025 Wrapped
(o cómo un año convierte la rutina en sistema, si hay ritmo)
Si 2025 tuviera un botón de rewind, sonaría más o menos así.
No ha sido un año de grandes giros argumentales en esta newsletter.
Ha sido un año de ritmo.
Y de constancia.
Publicar cuando apetece es fácil.
Publicar cuando no apetece… eso ya es otra cosa. Te lo puedo garantizar.
Y, visto con perspectiva, ahí ha estado gran parte del valor.
El ritmo (o por qué esto ha seguido vivo)
2025 no ha sido el año en el que Innovation by Default se hizo viral.
Ha sido el año en el que no dejó de aparecer.
Semana tras semana.
Diario tras diario.
Tema tras tema.
Sin fuegos artificiales, pero sin desaparecer.
Como correr maratones: no gana el que sale más rápido, sino el que no se detiene.
Los grandes temas del año
Si alguien revisara el histórico de 2025, encontraría algunos patrones bastante claros:
IA, sí… pero sin misticismo
Menos “esto razona” y más “esto optimiza, planifica y ejecuta”.
Menos AGI como promesa abstracta y más sistemas concretos con límites claros.
Agentes, copilotos y automatismos
La conversación ha pasado del qué al cómo.
De demos brillantes a fricciones reales.
Datos, infraestructura y realidad física
Chips, energía, centros de datos, latencia, soberanía.
Recordatorio constante: la IA no flota en el aire.
Regulación, ética y poder
Europa, Estados, Big Tech, geopolítica.
La tecnología ya no es solo técnica: es política, económica y cultural.
Modelos mentales
Pareto, Gauss, Taleb, antifragilidad.
Porque entender la tecnología sin entender cómo pensamos es quedarse a medias.
Aprendizajes que se repiten (demasiado)
Algunos aprendizajes han aparecido una y otra vez, casi como un loop:
Mucho vocabulario nuevo, pocos fundamentos claros.
Mucha prisa por aplicar, poca curiosidad por entender.
Mucho ruido alrededor de la IA, poca reflexión sobre sus resortes internos.
La tecnología no es mágica.
Pero tampoco es trivial.
Ya lo decía uno de mis jefes (JLG): “sin repetición, no hay aprendizaje”.
Y justo ahí está el punto incómodo que a menudo preferimos esquivar.
El verdadero hilo conductor
Visto en conjunto, 2025 no va de IA.
Va de algo más básico:
Aprender a convivir con sistemas complejos sin delegar el pensamiento.
Entender lo suficiente como para:
no mitificar,
no rechazar,
y no usar a ciegas.
Ni tecno-optimismo ingenuo.
Ni tecno-pesimismo defensivo.
Criterio.
Si esto fuera Spotify Wrapped…
Artista más escuchado: La realidad
Género favorito: Tecnología sin hype
Momento más repetido: “esto suena bien, pero…”
Estado de ánimo dominante: curiosidad incómoda
También déjame recordarte que si te gusta la tecnología, el podcast de Código Abierto puede ser una muy buena opción.
Food for thought
Y lo más importante, este proyecto no va de acertar siempre.
Va de pensar mejor.
De escribir para ordenar ideas.
De compartir dudas antes que certezas.
De construir algo que, con el tiempo, tenga sentido.
2025 se cierra así: sin respuestas definitivas, pero con mejores preguntas que hace doce meses.
Y eso, realmente, para mí no es poco.
Y eso es todo por hoy. Si algo de lo que has leído te ha removido, dímelo.
Ya sabes que estoy al otro lado si quieres comentar, discrepar o simplemente saludar.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.


