¿Cuál es la paradoja de la productividad?
Consiste, simple y llanamente, en hacer más invirtiendo menos tiempo o esfuerzo.
Esa es la meta dorada a la que muchos aspiramos gracias al uso de la inteligencia artificial generativa.
Y sabes qué, ya hay quien ha dado con la tecla.
Hace tiempo que sigo a Casey Newton, periodista y fundador de Platformer.
Me gusta porque combina análisis tecnológico con reflexiones personales sobre cómo trabajamos en la era digital.
Cada verano escribe un artículo contando cómo ha cambiado su forma de organizarse, qué hábitos mantiene y cuáles abandona.
Este año, sus aprendizajes giran en torno a simplificar, priorizar y usar la IA como aliada cotidiana.
Lo esencial, dice Casey, es quedarse con lo que de verdad funciona. Y por ello, nos comparte cuáles son sus killer apps de productividad:
Raycast: su lanzador universal en Mac. Con ⌘-espacio abre apps, calcula, busca en el portapapeles y, sobre todo, lanza consultas rápidas a la IA sin salir de la pestaña en la que está. Un atajo que le ahorra microcortes de atención a lo largo del día.
Capacities: su cuaderno digital para planificar, escribir un diario breve y organizar ideas. Tiene IA integrada, integraciones con Todoist y un ecosistema de plug-ins, pero lo que realmente valora Casey es el ritual matinal de escribir para ganar claridad y foco.
También ha sabido soltar lo que no le aportaba:
Readwise: lo usaba como “AI librarian” para PDFs y artículos. Al final, se convirtió en un “read-it-never app”: acumulaba sin procesar. Hoy, cualquier chatbot resume y busca en PDFs sin esfuerzo.
Lazy y experimentos similares con bases de datos (como su diario en Tana) tampoco prosperaron: demasiado trabajo manual para un retorno limitado.
¿Y qué hay de nuevo? Aquí es donde entra la IA de lleno, no como reemplazo, sino como asistente invisible para quitar peso de encima:
Buscar fuentes académicas y contactos relevantes.
Localizar ejemplos históricos para un tema.
Resumir reacciones dispersas en redes sociales, ahora que Twitter (X) ya no es el bar de siempre donde pasar un rato con tus colegas virtuales.
Cruzar artículos y detectar conexiones, casi como un editor de guardia.
Revisar estilo, ortografía y datos antes de publicar.
Además, este año Casey ha empezado a usar dos herramientas que empujan la frontera:
Notion con chat integrado en su base de datos: por fin puede preguntar directamente a los millones de palabras que ha guardado en cinco años y obtener resúmenes con citas verificables. El “bibliotecario digital” que soñaba en Readwise ahora existe aquí.
Recall: un organizador automático de conocimiento. Guarda páginas, PDFs, podcasts o vídeos, genera transcripciones y resúmenes, y conecta el contenido entre sí. Incluso puede crear cuestionarios a partir del material.
La lección de Casey es clara:
La productividad real no es correr más, sino quitar peso muerto.
Menos acumulación, más intención.
Menos hacer por hacer, más hacer lo que importa.
En mi caso, mis pilares son otros.
Notion se ha convertido en mi centro de operaciones: guiones, ideas y bases de conocimiento conviven en un solo lugar.
Canva es mi aliado visual para dar forma a gráficos e imágenes que acompañan la newsletter.
Para el podcast, Auphonic me ahorra horas de edición automática, y herramientas como ChatGPT y Perplexity son mis copilotos diarios para investigar, resumir y contrastar información.
Y, en el trabajo, el descubrimiento de este otoño ha sido el AI Companion de Zoom, que convierte reuniones en resúmenes accionables sin esfuerzo.
Para cerrar por hoy dejame añadir un recordatorio incómodo pero honesto: el mejor hack de productividad sigue siendo disfrutar lo que haces.
Cuando el trabajo gusta, cualquier app basta.
¿Y tú, qué aplicaciones has incorporado a tu caja de herramientas o cuáles has dejado de utilizar?
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
PD: El artículo completo está aquí: What I learned about productivity this year.
PD2: Para seguir explorando este tema, te recomiendo Esencialismo de Greg McKeown y Make Time de Jake Knapp & John Zeratsky.
PD3: Y, más reciente, Essential de Christie Smith y Kelly Monahan, sobre cómo liderar en un mundo saturado de distracciones y herramientas.