Los obreros de la creatividad
Cuando tu única habilidad es trabajar duro y de forma consistente en lo que le apasiona
Hola y bienvenidos una semana más a Innovation by Default.
Hoy, quiero que exploremos juntos, y ahondemos un poco más en la mini serie de la creatividad, aunque creo que lo de mini he de empezar a obviarlo, ya que llevamos unos cuantos episodios dedicados a este tema.
En la edición de esta semana me gustarÃa hablar de la práctica creativa y cómo podemos aplicar sus principios para cultivar nuestras habilidades creativas y alcanzar el éxito.
Para comenzar, me gustaria compartir una anécdota del dibujante del New Yorker, Drew Dernavich. Hace algún tiempo, compartió en lÃnea una foto de dos pilas de papel: una con viñetas rechazadas y otra con viñetas aceptadas. Sorprendentemente, la pila de los rechazados sobresalÃa por encima de la otra.
¿Qué nos enseña esto? Que los creativos exitosos no reciben menos rechazos, simplemente envÃan más. Pero, ¿cómo podemos aplicar este concepto en nuestra propia vida creativa? Es aquà donde entra en juego 'The Practice' de Seth Godin, un libro que nos enseña cómo cultivar una práctica creativa sostenible a largo plazo.
En este episodio, exploraremos las ideas principales del libro y cómo podemos aplicarlas para mejorar nuestra práctica creativa y alcanzar el éxito.
La práctica es lo que te permite crear trabajo significativo a largo plazo
El miedo es el mayor obstáculo para la práctica creativa, y la resistencia al cambio es una forma en que se manifiesta
El enfoque en la calidad en lugar de la cantidad te ayuda a construir una práctica creativa sostenible
La práctica no es solo va de crear, sino también sobre compartir tu trabajo con el mundo y hacer que tenga impacto (yo esta semana he hecho un poco de spam en LinkedIn al respecto, a lo mejor si lees esto eres uno de los afectados)
La perseverancia y el aprendizaje continuo son esenciales para mantener una práctica creativa
Seth Godin es escritor, empresario, podcaster y profesor, además de un experto de renombre mundial en creatividad y emprendimiento creativo. Es autor de 19 libros superventas, fundador de la aclamada plataforma de talleres Akimbo para creativos y emprendedores, y del mundialmente popular curso altMBA de 30 dÃas.
A pesar de todo esto, Seth Godin no cree tener ningún talento especial. En una entrevista, confesó que no es especialmente bueno ni en la escritura, ni en el marketing ni en los negocios. Sin embargo, lo que sà tiene es una habilidad única: trabajar duro y consistentemente en lo que le apasiona. Además, Godin es conocido por su estilo único al vestir, con sus camisas brillantes y su gran calva, que siempre llama la atención. Estos detalles, sumados a su habilidad para inspirar y motivar a otros creativos, lo convierten en una figura fascinante y digna de conocer.
¡Asà que prepárate por que hoy vamos aprender de una de las mentes creativas más influyentes de nuestra época sobre cómo mejorar tu práctica creativa!
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ConfÃa en tus capacidades y trabaja duro
Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que hay pocos factores que están en nuestra mano para lograr el éxito en aquello que hacemos o a lo que nos dedicamos. Muchas veces, tener éxito o no depende de muchos factores que escapan de nuestras manos. Si hablamos de creación de productos o negocios, por ejemplo, el timing es uno de ellos. Otra cuestión es la calidad de los entregables o productos, y cómo estos se comparan con respecto a los de la competencia.
Lo único que tengo claro es que hemos de mirar a los mejores para intentar poder replicar o acercarnos a su senda, aunque cada tiempo, lugar y mercado tiene sus resortes, asà que dependerá mucho de tus circunstancias. Lo único que es seguro es que, como decÃa Pablo Picasso, "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando".
El enfoque y la predisposición es importante para toda tarea que enfrentres, pero cuando hablamos de creatividad es aun más importante, nunca te digas: "No puedo ser creativo". Siempre que te encuentre garabateado en la esquina de un cuaderno, tarareado una canción en la ducha, perdiendo el tiempo saltando de un pensamiento a otros, te has expresado creativamente.
Como dice la escritura hindú Bhagavad Gita: "Es mejor seguir tu propio camino, aunque sea imperfecto, que seguir perfectamente el de otro".
¿Y cómo encuentras tu camino creativo? Tu camino no existe, es algo que está en proceso, creciendo constantemente. ConfÃa en tu proceso, y tu camino se manifestará. Como se atribuye a Steve Jobs, siempre es fácil unir los puntos hacia atrás. A lo mejor es que en realidad hacia adelante es imposible, solo son visibles una vez andados tus pasos.
Nos cuesta generar esa confianza en nosotros mismos porque en nuestra sociedad se valora más el resultado que el proceso. No juzgamos el trabajo de un fontanero por la calidad de su proceso; lo juzgamos en función de si el grifo sigue goteando o no. Lamentablemente, muchos aplican esta misma actitud a los esfuerzos creativos. Juzgamos el éxito de un libro por los ejemplares que vende, el éxito de un músico por el número de estadios que consigue llenar. En este punto, y aunque parezca triste de pensarlo, me acuerdo de Van Gogh. ¿Sabes cuántos cuadros vendió en vida? Solo cuatro.
Asà que no sacrifiques tu creatividad en aras del mercado. Saca lo que llevas dentro, y todo llegará. Eso sÃ, espero que no te pase como al pobre Van Gogh. La moraleja es que no existe el resultado sin un proceso que conduzca a él. Para encontrar tu auténtica creatividad, has de crear tu propio proceso creativo, que naturalmente será diferente al de los demás. Antes del éxito, has de confiar en tu propio proceso sin valorar el resultado, y asà descubrirás tu camino. Eso sÃ, solo podrás reconocerlo una vez lo hayas andado.
Es difÃcil confiar en el proceso. Puede que sientas que las notas de guitarra que rasgueas nunca se fundirán en una armonÃa o que las frases que apuntas durante el trayecto nunca se convertirán en un libro. Todos, incluso los mayores creadores de la historia, han enfrentado el folio en blanco y el bloqueo creativo. En este punto, recuerda: tus sentimientos no importan. Importan tus acciones.
A diferencia de nuestros sentimientos, nuestras acciones están bajo nuestro control. Asà que sigue tu proceso, aunque sientas que no puedes.
Olvida la mÃstica y la narrativa del momento "aha" de los grandes genios. Como dije hace unas lÃneas, lo importante es el proceso. Aquà te traigo una anécdota que se estableció como realidad hace unos años y que Slash, el famoso guitarrista de Guns and Roses, desmintió hace poco.
Si te gusta la música como a mÃ, identificarás el riff de Sweet Child of Mine como uno de los más mÃticos del panorama rock de los años 80. Alrededor de él se estableció la leyenda de que habÃa sido creado con una serie de notas que Slash usaba para calentar antes de los conciertos y que la banda decidió usar para el comienzo de la canción.
Ese momento "aha" fue desmentido por el propio Slash hace unos meses: "Estaba sentado en la casa donde vivÃa en el 86, jugando con las notas de mi guitarra como con cualquier riff que compones. El proceso siempre es el mismo: piensas 'esto mola', y luego vas agregando más notas y acabas encontrando una melodÃa".
Aquà te dejo la entrevista con la revelación del guitarrista por si quieres escucharla.
Novelas en los últimos cajones del escritorio. Rutinas de baile practicadas en habitaciones vacÃas con las cortinas echadas. Lienzos apilados en armarios. Muchos creativos hacen arte por hacer arte, y eso está bien. Pero si quieres ser un creativo profesional, debes crear para un público. Por ello, debes pasar la prueba del algodón.
Cuando creas algo, tienes que sentirte cómodo compartiendo tu trabajo.
¡Atención, spoiler!: es más fácil decirlo que hacerlo. Desde la vergüenza al perfeccionismo, hay muchas razones por las que puede que no quieras compartir tu trabajo. ¿Y adivina qué? Tienes que ignorarlas todas.
Tu creatividad es abundante y necesaria, asà que sé generoso con ella. Seth Godin.
¿Qué te impide compartir tu trabajo? PodrÃa ser el sÃndrome de Diógenes del creador, que consiste en acumular ideas y conocimientos por miedo a quedarte sin ellos. Algunas personas son reacias a compartir sus ideas con los demás por temor a que les roben. Sin embargo, es poco probable que eso ocurra. Si observamos la realidad, BlaBlaCar, Airbnb, Uber, o cualquiera de estas startups, podrÃamos haberlas creado cualquiera de nosotros, ya que hay una necesidad y buscamos resolverla de forma sencilla. No hay magia en la idea, sino en la ejecución.
Tu creatividad es inagotable, a menos que actúes como si no lo fuera. Comparte tus obras y seguirán creciendo. De hecho, cuanto más intercambies con los demás, más inspiración recibirás. Y también recibirás más crÃticas, pero eso te ayudará a encontrar tu camino.
Quizás eres reacio a compartir con otros porque piensas que es como "vender" tu trabajo, y en el fondo, piensas que te estás vendiendo. Pero pensar asà es confundir el arte con la industria. Las industrias existen para llenar un vacÃo en el mercado y maximizar los beneficios en el proceso. El arte es diferente. El arte no llena vacÃos, sino que abre nuevas ventanas. Según Seth Godin, el arte es el encargado de crear el cambio en la sociedad. Y en el mundo actual, necesitamos cambios.
Si quieres sacar lo mejor de ti mismo y convertirte en la mejor versión de lo que quieras hacer: escribir, pintar, cantar, etc., debes compartir tu trabajo. Al compartirlo, recibirás comentarios, y estos son la base para mejorar tu trabajo.
Por último, uno de los puntos más difÃciles al compartir tu trabajo es que, al exponerlo, te expones a las crÃticas. Si quieres aprender de este proceso, una buena opción es inspirarse en los cómicos. Ellos se pasan horas en los micrófonos abiertos frente a un público escéptico. A veces sus chistes salen bien, a veces fracasan. Pero cada vez que comparten su trabajo, lo mejoran.
Si no compartes generosamente tu trabajo, no estarás desarrollando todo tu potencial como profesional creativo, y tu trabajo no estará cumpliendo su propósito.
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Proposito creativo, ¿dónde quieres llegar?
Si has tomado la decisión de crear algo, eso significa que algún dÃa, si todo va bien, podrÃa convertirse en tu trabajo. Quizás no pague todas las facturas, pero debes pensar en ello como una carrera. Y, al igual que en cualquier otra carrera, tendrás que esforzarte por desarrollar tus habilidades y luchar por alcanzar objetivos de calidad si quieres llegar al siguiente nivel.
Si tratas tu práctica creativa como un hobby o una actividad para desahogarte, nunca llegará a ser más que eso. Pero si inviertes tiempo, recursos y habilidades como si fueras un profesional, puedes convertir tu pasión en una carrera duradera. Aquà te dejo tres pasos para empezar:
En primer lugar, encuentra tu momento. ¿Quieres ponerte en forma? Puedes hacerlo si sigues una fórmula sencilla. Dedica una hora diaria al gimnasio. Hacer ejercicio durante una hora no es difÃcil; sólo tienes que hacerlo todos los dÃas y recogerás los frutos. Desarrollar tu creatividad no es diferente. Comprométete a dedicar una hora al dÃa. Madruga o trasnocha si es necesario. El simple hecho de invertir tiempo en tu trabajo creativo te reportará beneficios.
En segundo lugar, cobra por tu trabajo. Amar lo que haces no significa regalar tu trabajo, no si eres un profesional. Las personas e instituciones depredadoras pueden intentar convencerte de que compartir tu trabajo gratuitamente demuestra generosidad. Pero no lo olvides: en nuestra sociedad, el dinero significa valor. Insistir en el pago demuestra tu valor como profesional creativo. Puede que a un abogado le encante su trabajo, pero no lo hará gratis. ¿Por qué deberÃas hacerlo tú? Cobrar es una señal para tus clientes de que crees en tu trabajo. Además, te da libertad económica para invertir en tu carrera, ya sea comprando equipos o creando una página web.
Por último, consigue mejores clientes. ImagÃnate a un diseñador gráfico que se queda atascado diseñando folletos corporativos poco inspiradores cuando sabe que es capaz de realizar campañas globales impactantes. ¿Quién le ha dado ese aburrido encargo? Por un lado, fue el cliente quien se lo dio. En un nivel más profundo, fue él quien lo aceptó. Los mejores artistas trabajan con los mejores clientes: clientes que exigen grandes ideas y esperan excelencia creativa.
¿Has tenido algún proyecto paralelo fuera del trabajo y has intentado alguna vez planificarlo? Si lo has hecho, sabrás que el producto final siempre se desvÃa del plan de alguna manera. Esbozar una novela no evitará que aparezca un nuevo personaje, y hacer un guión gráfico de un cortometraje no garantiza que todas las escenas de tu cuaderno de bocetos lleguen al montaje final.
De hecho, el trabajo creativo puede ser tan imprevisible que algunas personas optan por no planificarlo en absoluto. Pero tanto si improvisas como si trabajas siguiendo un esquema, hay una cosa que siempre tienes que tener clara antes de empezar a trabajar: tu propósito.
Tu intención artÃstica determina tu producción, asà que asegúrate de tenerla clara.
Muchos creativos noveles tienen miedo de expresar la intención detrás de su trabajo. ¿Por qué? Porque las intenciones son muy importantes. No establecer una intención clara puede llevarte al fracaso: una obra que no cumple su intención es un fracaso. Pero el trabajo hecho sin intención nunca puede tener éxito. Para crear de manera profesional, el trabajo debe estar respaldado por una intención.
La intención artÃstica no es negociable. ¿Cómo puedes definir la tuya?
Estas preguntas podrÃan ayudarte: "¿A quién quiero llegar con este trabajo?" Puede que tengas la tentación de responder "a todo el mundo". Después de todo, ¿quién no querrÃa llegar al mayor público posible? Pero tu obra no será para todo el mundo, al menos no todavÃa. Asà que pregúntate: ¿quién es tu lector, espectador o usuario ideal? ¿Qué quieren, necesitan, temen y creen? Vale la pena ser especÃfico. Porque si orientas bien tu trabajo, llegará mucho más allá del público al que va dirigido. Imagina a diez vaqueros reuniendo a mil cabezas de ganado. Los vaqueros no llegan a cada una de las vacas. Lo que hacen es empujar a las reses de los extremos del rebaño, lo que influye en el movimiento de todo el grupo. Tu público objetivo son los vaqueros. Una vez que los hayas convencido, ellos harán el trabajo de convencer al rebaño.
Pero este camino no acaba una vez hayas encontrado a tus vaqueros, la hoja en blanco y los bloqueos creativos estarán ahà a partir de ahora, y estos, según Godin, no se producen si aspiras a la perfección.
Para ser algo que no existe realmente, los bloqueos creativos pueden parecer frecuentes. ¿Por qué?
En una palabra: perfeccionismo. Es difÃcil empezar a trabajar cuando, en tu mente, el resultado tiene que ser perfecto. También es difÃcil terminar el trabajo cuando uno no se conforma con menos que la perfección. A veces incluso es difÃcil avanzar.
Para ilustrar este punto, veamos dos bandas diferentes: Steely Dan y Bruce Springsteen and the E Street Band.
Durante años, Steely Dan se negó a salir de gira. En su lugar, pasaban horas en el estudio puliendo sus grabaciones hasta que eran perfectas. El grupo pensaba que una actuación en vivo nunca podrÃa alcanzar la perfección técnica de sus grabaciones de estudio. Asà que nunca tocaron en vivo.
Bruce Springsteen y su E Street Band, en cambio, son artistas implacables. Sus conciertos no están pulidos: son crudos y auténticos, y a veces se cuelan algunos errores. ¿Decepcionan a sus fans? En absoluto. La cruda autenticidad es lo que atrae.
¿Y adivina qué? Cuando Steely Dan decidió, después de décadas, que sà querÃa salir de gira, a sus fans les encantó la experiencia de ver al grupo en vivo "imperfecto", tanto como los "perfectos" álbumes de estudio.
Entonces, ¿a quién servÃa Steely Dan cuando se negaba a interpretar nada que no fuera la música más pulida posible? No servÃan tanto a sus fans como a su propio perfeccionismo.
Los estándares son geniales. Tener un listón muy alto te permite sentirte orgulloso de tu trabajo. Pero no busques la perfección. Es más que probable que tu inamovible bloqueo creativo se desintegre cuando dejes de lado el perfeccionismo y te des permiso para ser desordenado y crudo.
Acepte las crÃticas, pero dentro de unos lÃmites
¿Qué convierte a alguien en un verdadero profesional creativo? No es cuánto dinero gana con su trabajo, ni cuántos fans tiene, ni cuántas crÃticas elogiosas van unidas a su nombre. De hecho, para ser un profesional creativo, sólo tienes que hacer una cosa: enviar tu trabajo; en otras palabras, entregárselo a un público.
Suena sencillo, ¿verdad? Pues lo es. Internet ha democratizado la creatividad y ahora hay más formas que nunca de compartir tu trabajo creativo con los demás.
Es después de enviar tu trabajo cuando las cosas se pueden complicar.
Una vez que hayas enviado tu trabajo, es probable que recibas una respuesta del público. En el mejor de los casos, todos los que se encuentren con tu obra la adorarán sin reservas. Pero seamos sinceros: no va a ocurrir asÃ. Shakespeare, Kahlo y Mozart tuvieron detractores. Tú también los tendrás.
Entonces, ¿cómo afrontar las crÃticas? Puedes intentar aceptarlas. Si tienes suerte, puedes recibir comentarios de un crÃtico generoso, alguien que se toma el tiempo de analizar tu obra y señalar las partes que no le gustan. El crÃtico generoso ha dedicado tiempo a tu obra y aprecia tu intención. Quiere seguirte en tu viaje artÃstico, aunque tenga algunos consejos que darte. Alguien que se compromete con tu trabajo a este nivel no es un detractor. De hecho, es un admirador. No estás obligado a hacer los cambios que te sugiere, aunque deberÃas tenerlos en cuenta. Pero sà debes agradecerle su atenta respuesta a tu trabajo.
A veces, sin embargo, tus crÃticos no serán considerados ni generosos. Y debes sentirte libre de no relacionarte con trolls o personas que no pertenecen a tu mercado objetivo. Pero que los comentarios no sean considerados no significa que no puedan ser útiles. Si no, que se lo pregunten al director Sam Raimi. Raimi es conocido por pelÃculas tan taquilleras como Spider-Man y The Evil Dead. Cuando era un joven cineasta, Raimi pagaba 50 céntimos a sus compañeros para que asistieran a las proyecciones de sus pelÃculas. A menudo, le abucheaban incluso antes de que terminaran. Pero Raimi no se desanimaba. Anotaba los momentos en que se producÃan los abucheos y los repasaba una y otra vez hasta que desaparecÃan por completo.
Las crÃticas pueden doler. Pero comprométete a aprender de las crÃticas que recibas y crecerás como creativo.
Algunos creativos se sienten satisfechos simplemente enviando su trabajo a un público modesto. Otros aspiran a un premio mayor: la grandeza. No sólo quieren rendir bien, sino estar en la cima de su campo.
¿Qué impulsa a determinados creativos a alcanzar esa cima? Contrariamente a la creencia popular, no hace falta ser un genio dotado de un talento único para llegar a la cima de la excelencia creativa. Con dedicación y un poco de estrategia, se puede llegar a lo más alto.
Si hablamos de música, proablemente REM haya sido una de las bandas de Pop Rock más famosas a nivel mundial. Pero durante mucho tiempo, al principio de su carrera, no consiguieron llegar a lo más alto de las listas de éxitos. Hasta que publicaron su álbum Out of Time. Fue un éxito arrollador que permaneció dos años en las listas de éxitos y catapultó al grupo de la fama indie al estrellato.
¿Cuál fue el ingrediente mágico que hizo que Out of Time tuviera tanto éxito? No fue una mayor libertad creativa ni más recursos. Todo lo contrario: la banda aceptó las restricciones y limitaciones.
La creatividad prospera con limitaciones, asà que acéptalas.
Al grabar Out of Time, REM decidió deliberadamente crear en condiciones limitadas. El guitarrista Peter Buck tocó la mandolina, un instrumento con el que no estaba familiarizado, en lugar de su instrumento habitual. El resto de la banda se vio obligada a adaptarse y también tocó instrumentos desconocidos.
Como creativos, a menudo tenemos la tentación de pensar: "HarÃa mi mejor trabajo si sólo...". Si el lienzo fuera más grande, por ejemplo, si tuviera más presupuesto o si el plazo de entrega no estuviera a la vuelta de la esquina. En realidad, sólo unos pocos privilegiados disfrutan de total libertad creativa, sin las preocupaciones de complacer a los clientes o gastar el dinero. Y la verdad es que esas limitaciones que nos irritan a menudo nos impulsan a hacer nuestro mejor trabajo. Los creativos inteligentes aceptan las limitaciones externas.
Creativos como Susan Kare, por ejemplo. Cuando trabajaba para Apple, le encargaron diseñar la interfaz de su nuevo ordenador Mac. Le dieron una cuadrÃcula de 32x32 para rellenarla con los iconos del ordenador. Sus diseños tenÃan que ser en blanco y negro y funcionar con la baja resolución de una de las primeras pantallas de ordenador. Algunos artistas se habrÃan rendido, pero Kare, a pesar de estas limitaciones, creó un influyente lenguaje visual que diferenció a Apple, desde el icono de la carpeta de archivos hasta la flecha del ratón.
Aceptar las limitaciones hará que la creatividad se dispare.
Pero si quieres hacer de tu obra o proyecto algo grande, tenemos que fijarnos en los mejores para aprender. En creatividad, el contexto es crucial. ¿Se habrÃa metamorfoseado Robert Zimmerman en Bob Dylan si nunca hubiera dejado Minnesota por la vibrante escena folk de Greenwich Village en la década de 1950? Puede que sÃ, pero casi dirÃa que no.
Esto ya lo he repetido hasta la saciedad, en el proceso creativo, y en casi todo en la vida, como decÃan en la bola de cristal: "Solo no puedes, con amigos sÃ". Si indagamos en cualquiera de nuestros artistas favoritos, probablemente descubriremos que no trabajaron de forma aislada. Desde la Florencia renacentista hasta la Mesa Redonda Algonquina en Nueva York o el Café Gijón en Madrid, los creativos se reúnen. Y cuando lo hacen, se estimulan mutuamente para producir un trabajo mayor y más innovador. Asà que ponte en marcha para encontrar tu lugar.
En segundo lugar, dedÃcate a tu superpoder. Es lo que mejor sabes hacer y lo que te hace destacar en un mercado saturado. Centrarse en tu superpoder puede significar descuidar otras partes de tu trabajo, pero no pasa nada. De hecho, demuestra que vas por buen camino. Si fueras el director del Museo Reina SofÃa y tuvieras que trasladar el Guernica, ¿se lo encargarÃas a UPS o a Suer? Probablemente no. La superpotencia de estas empresas es la velocidad, dejando la manipulación ultra cuidadosa a sus competidores. Asà que no intentes acaparar todo el mercado. DedÃcate a pintar retratos increÃbles si ese es tu superpoder y deja los paisajes para otros. Se trata de encontrar tu nicho y destacar en él.
Uno de los últimos consejos del libro es que leas, lee mucho. ¿IrÃas a un seminario de posgrado y empezarÃas a compartir tus opiniones si no hubieras leÃdo antes? La respuesta, esperemos, es no, por supuesto que no. La misma lógica se aplica a cualquier campo creativo en el que te muevas: lee los libros de texto clave, sigue los blogs clave, escucha los podcasts clave y mantente al dÃa con los profesionales más influyentes. Para rendir al máximo, hay que trabajar.
Food for thought
La creatividad puede parecer espontánea, mágica y -por desgracia, si eres un profesional creativo- impredecible. Pero en realidad, con estrategia y disciplina, puedes aprovechar tu proceso creativo y maximizar tu producción creativa. Pensar inteligentemente en tus intenciones, tu público y tus habilidades puede encaminarte hacia un éxito creativo duradero.
Y recuerda, pierde el miedo al fracaso, al igual que hizo ll dibujante del New Yorker Drew Dernavich mostrando sus trabajos rechazados en Instagram. Para saber ganar, hay que perder muchas veces.
Alguna de las cuestiones que he podio aprender del libro de Seth Godin son:
Tu creatividad es abundante y necesaria, asà que sé generoso con ella.
La creatividad prospera con limitaciones, asà que acéptalas.
Debes buscar tu ecosistema creativo, rodeandote de creadores como tú.
Acepta las crÃticas, pero dentro de unos lÃmites. Son las que te ayudan a mejorar.
Los bloqueos creativos existen, sobre todo cuadno aspiras a la perfección.