Escucha.
No sé si alguna vez has salido a caminar con alguien que no deja de mirar el móvil.
Vais por un parque precioso, los árboles brillan con la luz del atardecer…
Pero él está respondiendo un mensaje. Luego otro. Luego otro.
Ahora imagina que esa persona eres tú. Pero no en el parque.
En tu trabajo. En tu día a día.
Cal Newport lo llama el hiperactivo enjambre mental: una forma de trabajar basada en comunicación constante, mensajes rápidos y urgencia fingida. Y lo detalla a la perfección en su libro: Un mundo sin e-mail.
Y el enemigo número uno de ese sistema… es el email.
Piénsalo:
Abrimos el correo por la mañana “solo para echar un vistazo”,
y cuando nos damos cuenta han pasado tres horas,
tenemos 12 pestañas abiertas, 3 tareas empezadas,
y 0 trabajo realmente terminado.
Suscríbete para leer esta y otras muchas historias sobre innovación, tecnología y negocios.
Según Newport, el trabajador del conocimiento medio revisa el email cada seis minutos.
Y consigue, como mucho, 75 minutos al día de trabajo productivo sin interrupciones.
75.
¿Sólo 75 minutos, estamos locos?
Eso en una jornada de 8 horas. Quien las cumpla.
El resto es ruido: responder, reenviar, distraerse, cambiar de contexto, volver a intentar concentrarse… y repetir el ciclo.
Vamos lo más parecido al día de la marmota.
Pero aquí no acaba la historia.
Este estilo de trabajo no solo mata la productividad.
También nos hace sentir mal.
En un estudio liderado por Gloria Mark (experta en informática), colocaron monitores cardíacos a empleados mientras trabajaban.
Resultado: cuanto más tiempo pasaban con el correo abierto,mayor era su nivel de estrés.
Y no solo en el trabajo: el enjambre mental se cuela en tu cena, en tu paseo del sábado, en tu tiempo de descanso.
Porque aunque no respondas, sabes que ese mensaje está ahí. Esperando. 🤗
Si te gusta lo que estas leyendo, no olvides que también tienes disponible el podcast de Innovation by Default 💡. Suscríbete aquí 👇
La buena noticia es que se puede salir. Sí, ya lo sé, dicho así parecen las drogas o el alcohol.
Y es que Newport nos propone un camino radical pero realista.
No se trata de eliminar el correo.
Sino de cambiar por completo cómo nos coordinamos.
Por ejemplo, muchas empresas han sustituido la comunicación por correo por tableros de proyectos bien organizados (como en Trello o Notion), donde cada proyecto tiene su propio espacio con archivos, tareas y comentarios ordenados.
Así, en lugar de tener 27 hilos de correo para hablar de lo mismo,todo está en un solo lugar.
Y tú decides cuándo entrar, cómo procesarlo y cómo avanzar.
Sin interrupciones.
Pequeño paréntesis, en mi opinión, estas nuevas formas de trabajo son mucho más que una mera herramienta. Hemos de cambiar la cultura de trabajo, y nuestro enfoque y aproximación a la jornada laboral. Es más sencillo estar esperando a que llegue un correo diciendome que debo hacer y para cuando debe estar hecho.
Otro ejemplo: algunas compañías han implementado sistemas como horarios protegidos, donde se prohíbe interrumpir durante ciertas franjas del día.
O se crean direcciones de correo genéricas (como proyectos@ o soporte@), para que nadie sienta que debe responder “ya” porque el mensaje lleva su nombre.
Pero Newport va más allá.
Dice que, igual que Ford revolucionó la industria con la cadena de montaje, nosotros necesitamos una revolución en el trabajo del conocimiento.
Y esa revolución se llama atención capital.
El recurso más escaso de hoy no es el tiempo. Es el foco.
Y cada vez que cambias de tarea, cada vez que te llega un “solo una cosa rápida”, pierdes parte de ese capital.
¿La solución?
Diseñar entornos y sistemas que protejan la atención como si fuera oro.
Porque no nos engañemos, lo es.
Así que la próxima vez que abras tu correo, pregúntate:
¿estoy avanzando en algo real?
¿O simplemente respondiendo para que no piensen que estoy desaparecido?
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
PD – Trabajar bien no es estar siempre disponible. Es entregar valor, eso que importa, sin perderte en lo que no.
Gracias por acompañarme en un nuevo Diario de Innovación, ¡y te espero mañana en Innovation by Default 💡!