Ayer vi un vídeo precioso: un grupo de críos “programando” sin saber programar.
Ellos realmente sólo hablaban con una máquina y la máquina les desarrollaba una app. Sin cursos, sin manuales, sin StackOverflow.
Solo curiosidad y unas cuantas frases bien dichas.
Recuerdas lo que hemos hablado en otras ocasiones del poder de las buenas preguntas.
Aprender esta lección para el mundo que se nos viene encima. Un mundo prompt-driven, es oro puro.
A eso lo llaman Vibe Coding. Y no es solo hype.
Karpathy (sí, el de Tesla/Autopilot) lo cuenta claro en su última charla: el software ha cambiado otra vez.
Durante décadas fue 1.0 (código escrito a mano).
Luego llegó el 2.0 (entrenar pesos: el “código” son los parámetros de una red).
Y ahora vivimos el 3.0: programas en lenguaje natural que orquestan modelos grandes, herramientas y memoria.
Traducción: ya no solo tecleas funciones; describes intenciones y un LLM te fabrica el andamiaje.
El símil no es el robot perfecto, es el traje de Iron Man.
Te potencia, pero tú sigues al mando.
Karpathy lo llama el deslizador de autonomía:
completar una línea → editar un bloque → tocar un archivo → “déjalo correr” en todo el repositorio.
El error según él es irse al extremo.
La IA te escupe 10.000 líneas en segundos, pero el cuello de botella serás tú verificando que no ha roto nada.
La oportunidad real según Andrej no está en agentes mágicos que lo hacen todo, sino en productos de autonomía parcial, una receta con tres ingredientes muy simples y necesarios a la hora de ejecutar código:
Gestión de contexto (que el sistema recuerde lo relevante sin que tú hagas de archivista).
GUI para auditar en segundos (diffs, previsualizaciones, trazas: aceptar/rechazar sin poesía).
Reglas explícitas y correa corta (qué herramientas puede usar, con qué límites y bajo qué supervisión).
Otro idea que me gustó mucho de su charla fue la de que: los LLMs se parecen más a un sistema operativo que a una “utility”.
El modelo es la CPU, la ventana de contexto es la RAM, y las herramientas son llamadas al sistema.
Estamos en los años 60 de esta nueva computación: cómputo caro, nube, “time-sharing”.
Cuando el modelo cae, sufrimos apagones de inteligencia. Por eso conviene diseñar con conmutadores de proveedor y tolerancia a fallos desde el día uno.
¿Y el Vibe Coding?
Sí, hay espuma (hype).
Pero también hay sustancia: todo el mundo habla el lenguaje de programación por defecto (humano).
Eso derriba barreras: pasas de “no sé Swift” a “quiero una app que haga X” y la tienes corriendo en tu móvil ese mismo sábado.
El truco sucio está donde siempre: hacerlo real (auth, pagos, dominio, despliegue, observabilidad). Ahí se separa el juguete del producto.
Si construyes software —o lo compras—, hay tres decisiones que ya no puedes esquivar:
Diseña para agentes. Cambia el “haz clic aquí” por cURL/OpenAPI/JSON. Documentación en Markdown y, si puedes, un lm.txt explicando qué hace tu servicio. Menos pantallazos, más contratos que una máquina pueda ejecutar sin inventarse pasos.
Acelera el bucle generación ↔ verificación. Tu ventaja no es que el modelo genere; es cómo de rápido validas y aceptas cambios seguros.
Define tu deslizador de autonomía. Empieza corto (una línea, un bloque), instrumenta, y mueve un punto a la derecha cuando pases las pruebas. No antes.
Mi plan para hoy (te invito a copiarlo):
Un mini-proyecto de fin de semana en Vibe Coding (micro-alcance, valor claro, sin perfeccionismo).
Un “auditor” mínimo para revisar cambios en 10 segundos (diff, test, rollback).
Reescribir una página de docs con ejemplos ejecutables por un agente.
No necesitamos más promesas de magia. Necesitamos trajes que se ponen rápido, no aprietan y te dejan mejor al quitártelos.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
P..D.: Te dejo la charla completa de Andrej Karpathy: “Software Is Changing (Again)” en YouTube. Si prefieres leerla, aquí tienes la transcripción.
P. D. 2: Los 10 libros favoritos de Andrej (según su propia página de libros):
Stories of Your Life and Others — Ted Chiang
Exhalation — Ted Chiang
Project Hail Mary — Andy Weir
The Martian — Andy Weir
Permutation City — Greg Egan
His Master’s Voice — Stanisław Lem
Rendezvous with Rama — Arthur C. Clarke
Contact — Carl Sagan
Nexus — Ramez Naam
The Black Cloud — Fred Hoyle
Tienes más en su blog (con muchas más referencias): karpathy.ai y su lista completa de libros: Books.