Mira.
Todos decimos que somos buenos resolviendo problemas. Y probablemente lo seamos.
Pero, ¿qué pasa si el problema que estás resolviendo… no era el problema real?
Y es que una queja sobre un ascensor lento no siempre se soluciona con motores nuevos. A veces basta con poner un espejo. No es una solución al problema técnico. Es una redefinición completa del problema original. La magia está en cómo enmarcamos la situación.
Eso es lo que propone Thomas Wedell-Wedellsborg en uno de los artículos más útiles que he leído este año (Are You Solving the Right Problems?).
La idea central de su tesis es interesante: en vez de buscar la raíz del problema (como nos enseñaron con los “5 porqués”), tal vez deberíamos buscar otro problema diferente que resolver. Uno mejor formulado. Uno que, al resolverlo, desbloquee todo lo demás.
Una de las historias que se recogen en el artículo es la de una organización de rescate animal en Los Ángeles. Durante años realizaron campañas para fomentar la adopción de perros, pero aún había demasiados animales sin hogar. Hasta que alguien replanteó el enfoque: ¿y si el problema no era la adopción, sino el abandono?
Y entonces preguntaron: ¿por qué entregan los dueños a sus perros? ¿Falta de recursos? ¿Falta de opciones?
Así nació un programa que, en vez de empujar las adopciones, evitaba que los animales fueron abandonados. El resultado: menos animales en las calles, menos costes, más impacto.
El verdadero cambio no vino de una solución mágica. Vino de cambiar la forma en que entendían el problema.
Quizá esto también te sirva. Antes de lanzar la próxima campaña, crear otro proceso, dar otra vuelta a tu roadmap… pregúntate:
¿Estoy resolviendo lo que de verdad importa, o lo que me han dicho que hay que resolver?
La próxima vez que alguien te diga “tenemos que hacer X porque el problema es Y”, detente. Cambia el marco. Mira alrededor. A veces no es cuestión de arreglar lo roto, sino de entender por qué creemos que está roto.
Que nunca te falten ideas, ni ganas de probarlas.
A.
PD1: La historia del espejo en el ascensor es real. Y su lección se aplica más veces de lo que creemos. Si gestionas personas, productos o procesos, este artículo de HBR debería estar en tu top 5 del año. Puedes leerlo aquí.
PD2: ¿Te cuesta visualizar otras formas de ver un problema? Este libro te va a encantar: “Reframing: The Art of Thinking Differently” de Thomas Wedell-Wedellsborg.
Gracias por acompañarme en un nuevo Diario de Innovación, ¡y te espero mañana en Innovation by Default 💡!